Kira nunca fue una persona que pudiera mantener sus sentimientos controlados. Eligió las peores maneras para mantener su paz mental, si es que eso era lo que estaba haciendo.
ᵖʳᵒʰⁱᵇⁱᵈᵃ ˡᵃ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ ᵒ ᶜᵒᵖⁱᵃ ᵖᵃʳᶜⁱᵃˡ ʸ ᵗᵒᵗᵃˡ ᵈᵉ ᵉˢᵗᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ
ʟᴏs ᴘᴇʀs...
Capítulo 1: Sobre Kira tratando hacer las cosas bien. Tratando.
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Kira's PoV
La alarma sonó a las 5:30 de la mañana. Seguro se preguntarán: ¿Por qué tan temprano? y las razones son simples:
1. Hoy empiezan las clases. 2. Tardo mucho en prepararme.
Nunca fui una persona a la que le gustara levantarse temprano, creo que a la mayoría de adolescentes no les gusta, por lo que estuve diez minutos tratando de no quedarme dormida de nuevo y cobrando conciencia. Mis ojos ardían de sueño y las ganas de estar en la cama por más horas era tentadora, pero con toda mi fuerza de voluntad me levanté para ir al baño.
—Oh dios, no puede ser, ya empezamos mal.
Al hacer mis necesidades me había dado cuenta de algo: mi regla había llegado. Muchos dirán que no debería sorprenderme, que tendría que tener todo calculado, y la respuesta es no, claro que no. Es lo que tiene ser de periodo irregular, nunca sabes cuándo va a llegar, tienes que estar preparada siempre.
Rápidamente fui a mi habitación para buscar ropa interior y poner mi pijama de abajo en la cesta de ropa sucia. Me cambié y puse un tampón. Luego me lavé los dientes y la cara, y salí del baño para empezar a cambiarme. Al agarrar el uniforme me lo quedé mirando, todavía no creía que había aceptado entrar a esa estúpida academia, no era para nada lo que yo tenía en mente. Sí, me encantaba usar mi Quirk y sí, entrenaba casi todos los días defensa y combate, no es por presumir, pero era bastante buena. Pero eso no significaba que quisiera ser un héroe en un futuro. Es más, me iba más por el lado de estudiar una carrera y tener una profesión común, como los quirkless. Pero que les puedo decir, parece que eso que dicen sobre los Piscis es verdad, siempre están pensando en los demás más que en si mismos ¿y en quién estaba pensando yo? En mis padres, por supuesto.
No era una sorpresa que fuera recomendada para entrar a la Yūei, después de todo, de ahí salían los mejores héroes, que estaban teniendo mucha fama, y parecía que querían lo mismo para mí porque desde que me llegó la carta no habían dejado de insistirme para ir –era lo que tenía ser de una familia que ejerció la profesión de héroe por generaciones y generaciones–. Yo, como toda buena hija, no me quedó otra que aceptar, después de todo supongo que era un mejor plan que pasar otros tres años estudiando en una secundaria común para luego... ¿seguir estudiando? Supongo que entrar a este colegio podía llegar a ser divertido.
Sabía que no iba a ser fácil, para ser un héroe necesitas todo tipo de preparación, tanto física, como mental. Se podría decir que mi condición física era buena, por los entrenamientos anteriormente mencionados, pero era demasiado perezosa, si pudiera estaría todo el día acostada. Y mentalmente... bueno, nadie nunca está preparado para lo que le espera, ¿no?
