El diario de Belén

Capítulo 9

27/Sep

Las cosas van muy mal: mi papá no ha tenido clientes, mi mamá no encuentra trabajo y mis nervios no me aiyudan con laa calificaciones. Perderé la beca. Pero cada vez que miró por la ventana, veo la figura de Mónica atravesando el patio, si  rumbo. Ya no sé que es real.

07/Oct

Sofía se fue de la ciudad. No se que haré, la necesitaba tanto. Ella podía ayudarme y no se donde encontrarla. Me voy a volver loca.

10/Oct

En la madrugada me ha despertado una pesadilla. Soñé que ya venían por mi, vi sus rostros deformes pero con un gran parecido a animales, solo que más grandes que yo, ojos rojos y pedazos de piel sin pelo. Grité al despertar y eso asustó a mi mamá,  quien me dejó no ir a la escuela para calmarme porque me veía muy nerviosa. Ella se quedó conmigo.

10/Oct

Son laa 6:45 pm. Hace unos momentos estaba con mi mamá viendo la televisión cuando se escucharon golpes en la puerta. No eran normales y mas bien parecía que se golpeaban contra ella. Mi mamá me dijo que me fuera a mi cuarto y yo insistí en quedarme pero volvió a decirme que me fuera y me escondiera bajo la cama. Corri mientras mamá gritaba que llamaría a la policía si no se iban. Pero loa golpes seguían y solo unos segundos después cayó la puerta. Mamá gritó horrorizada y una serie de fuertes golpes volvió pero solo me hicieron saber que no era la puerta su víctima si no ella. Los ruidos de golpes eran acompañados de varios sonidos guturales. Lloré tapandome la boca para que no me escucharan. Luego vino el silencio, no sabía si seguían aquí y me iba a atrever a salir de mi escondite cuando el sonido de pisadas por el pasillo me hicieron regresar. No eran las pisadas de algún calzado y cuando los pies del extraño se asomaron por la puerta me di cuenta que tampoco eran humanos. Eran garras largas, negras y curveadas. Muy parecidas a las de un oso o lobo, e iguales a los de mis sueño. Se quedo unos momentos dando la espalda a mi cuarto y raspando la pared. Cuando terminó se fue.

Estuve casi media hora bajo la cama hasta que, con mucho miedo, sali con cuidado. Lo primero que vi al salir de la habitación fue el mensaje en la pared: "Los inocentes pagan los pecados del culpable" a un lado una flecha que apuntaba al cuerpo de mi madre.

La policía a llegado.