Capítulo 4: ROBASTE UN CORAZÓN

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EDWARD POV

No podía negar mi nerviosismo, hasta ahora sólo había visto a una mujer desnuda. En la morgue.

Vaya, eso era realmente patético.

Y jamás pensé en los cuerpos femeninos de otra manera que no fuera médicamente hablando.

Había tenido muchas oportunidades durante estos 5 años, pues al tener dinero y frecuentar toda clase de personas siempre encontré una que otra mujer interesada en incluirme en su larga lista sexual. Otras, como Tania, me querían para su trofeo personal.

Hoy, sin embargo, era distinto.

No había un solo pensamiento que se opusiera a seguir, si ella me lo permitía.

La tomé de la mano y la conduje por el patio a mi habitación. Abrí la puerta y me hice a un lado para dejarla entrar.

Caminó hacia la ventana, una luz tenue iluminó su rostro y cuello, lucía como una diosa con ese abrigo puesto.

Me asombraba cómo fue que ella entró tan rápido a mi vida, yo no soy una persona afable, ni carismática. Soy un fugitivo, no confío en nadie más que en mis amigos, mi banda.

Sencillamente, no pude evitar enamorarme. Y me dejaría llevar hasta donde me lo permita el tiempo. No soy iluso, sé que no puedo soñar con una vida normal. Pero quería todo con Bella. Todo cuanto pudiese tener.

Yo no planificaba mi futuro a largo plazo, este tiempo al margen de la ley, me había enseñado que la vida era más corta de lo que pensamos. La gente moría dejando deudas y cosas sin saldar.

Siempre pensé en el amor de una forma idílica, lejana, irreal. Algo que no estaba a mi alcance.

De niño creía que conocería a una hermosa muchacha, la cortejaría, le robaría un beso o dos, pondría un anillo en su dedo y la llevaría al altar. Eso era lo correcto.

Ahora no es imposible, al menos para mí. No tengo ese precioso tiempo. Uno nunca sabe cuando vendrán del otro mundo a recogerlo. Sobre todo cuando eres un criminal.

El "ahora" es lo único con que contaba para amarla.

Avancé decidido, deposité un suave beso en su cuello. Ella se estremeció y se giró para deleitarme con esos dos pequeños ojos chocolate.

Mi cuerpo temblaba, no solamente ella estaba nerviosa. Pero yo debía llevar las riendas de esto, por ahora.

Busqué sus labios y nos fundimos en un beso tan profundo que perdimos el aliento. Su aroma y su dulzura me envolvieron. "Bella Swan, me has atrapado de todas las formas posibles".

Ella correspondía a mis besos ardientemente, a la vez con cierta timidez y torpeza lo cual me excitaba aún más.

Noté un pequeño problema en mis pantalones que empezaba a incomodarme, sonreí. Era la primera vez que me dejaría llevar por los instintos y no por la razón.

Pero la incomodidad aumentaba con cada roce. Después de quitarle el abrigo y arrojarlo a la cama mis manos fueron al inicio del cierre de su vestido, el cual cedió con facilidad, lentamente lo bajé. La tersura de su piel era la gloria de mis manos.

Me separé solo un poco para verlo caer la prenda a sus pies, grabé con fuego este recuerdo para mis días de soledad, sabía que alguna vez necesitaría estos recuerdos para seguir adelante.

Me deleité con unas enaguas transparentes sobre su frágil y delicado cuerpo. Bajé los tirantes y también cayó al suelo.

Traía lencería blanca muy conservadora, tuve que controlarme para no arrancársela con los dientes. Se llevó las manos a sus pechos en un gesto de vergüenza.

ENEMIGO PÚBLICO -Terminado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora