Seul, alla voy

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Llegó el día en que los sueños de Brisa se volvían realidad. La ciudad de Buenos Aires amaneció con un sol radiante que pedía a gritos que se abrieran las ventanas para poder inundar su casa de ese brillo único.

Se levantó , estiró sus brazos al cielo, respiró profundamente con una enorme sonrisa y dijo: “¡Buenos días Brisa! Lo lograste, en un par de horas, tomarás el vuelo que cambiará tu vida por completo. Seúl allá voy”

Fue directo a bañarse, tarareaba una canción y movía el cuerpo siguiendo el ritmo. Salió y tomó una toalla, envolvió su cuerpo con ella, y se fue directo al dormitorio, sobre la cama se encontraba la ropa ya preparada para viajar.

Son muchas horas de viaje y lo mejor va ser estar lo más cómoda posible, así que estas calzas, con esta camisa larga sin duda serán lo mejor, siempre recordar llevar mi campera, pues en los aviones el aire acondicionado es muy fuerte. Zapatillas deportivas y el pelo suelto. Hace frío y además no quiero que sea incómodo en el asiento. Tengo que chequear de tener el pasaporte conmigo todo el tiempo, el DNI también. Ya cambié efectivo en dólares. Si bien el alojamiento está incluido, estos ahorros me van a venir muy bien. Son las 11 de la mañana y el vuelo sale a las 15. Tengo que darme prisa ya que tenemos que estar mínimo dos horas antes. La parte previa es bastante ploma, pero es necesario. Después de todo viajo a otro continente. Si Brisa viajas a Corea. Asia te espera:”

Tomó su desayuno, la maleta, que estaba súper cargada, llevaba en realidad dos. Y un bolso de mano,su tablet, celular y el objeto tan preciado por el que ganó y que debe llevar para presentar en la universidad de arte de Seúl.

“Casita, me voy por unos meses, ya pagué por adelantado la renta, cuídate,volveré o quizás no... Todo dependerá de lo bien que me vaya. Por las dudas me despido agradeciéndote acogerme durante todo este tiempo, pasamos grandes momentos juntas y nunca olvidaré que de ese taller salió mi pasaje a esta gran oportunidad. Espero volver a verte, sino Simplemente te digo GRACIAS.”

Cerró la puerta con un dejo de nostalgia y antes de pasarle llave volvió a abrirla, la recorrió con los ojos y la contempló por unos instantes. Finalmente la cerró con las dos llaves y tomó el ascensor. Al salir busco el primer taxi que viera confiable y grande, colocó sus valijas y fue rumbo al teatro, allí donde el grupo de ganadores y su nueva amiga aguardaban para ser trasladados al aeropuerto de Ezeiza.

Al llegar vio en la puerta de la institución a la mitad de los ganadores y entre ellos estaba Lupe. Bajó sus valijas, pagó al chofer y se dirigió al grupo. Cuando su amiga extranjera la vio, fue a saludarla y le dijo:

-Chulita,¡Que bueno verte! Parece que no soy la única que exagero con el equipaje.

-Qué lindo encontrarte, pensé que tenía que esperar sola. Estoy tan emocionada, aún me cuesta creer que vamos rumbo a Seúl.- dijo la escultora con una cálida sonrisa.

-De la emoción casi no dormí. Mi tía me preparo un té de hierbas , pero nada me ayudaba, ya quería que se haga de día y poder disfrutar de este momento.

- Lupe, ahora tenemos tantas horas de vuelo que estoy segura vas a dormir como un angelito.

-Lo mismo dijo mi tía. Estoy segura que así será.

-Chicos mientras esperamos a los que faltan, me voy a presentar. Mi nombre es Justino, voy a hacer quien los acompañará en este viaje, así que no se preocupen por el idioma, eso sí les pido que no nos separamos para nada, excepto para ir al baño, fijaremos un lugar y ahí nos encontraremos todo. Denme sus pasaportes, al llegar, me encargaré de hacer el trámite por ustedes. ¿Hay algún menor de edad entre los elegidos? Bien me alegro que así sea. Todos son adultos y si bien se saben cuidar solos, yo seré quien los supervise. Soy el único responsable. Les pido que hagan mi trabajo lo más fácil posible. Recuerden que cualquier cosa que no cumplan serán enviados automáticamente de regreso y su lugar lo ocupará otro. Son unos afortunados y si fueron seleccionados tiene una razón de ser, confío en mis colegas. Hablo a la perfección el idioma coreano, así que cuando lleguemos a la institución me haré cargo de todo, y los presentaré. A cada uno se le otorgará una habitación, las comidas y actividades están a cargo de la institución. Una vez que estemos instalados, serán alumnos regulares del establecimiento y tendrán que seguir a raja tabla todo lo que se les diga. Desde ya les informo que es una cultura muy estricta y exigente. Tendrán mucho para aprender de ellos y supongo que también podemos brindarle cosas. Cuando lleguen los dos que faltan, subiremos a este micro, es más si quieren pueden acomodarse ahora, en quince minutos salimos y si sus compañeros, no llegaron nos iremos sin ellos. Suban y siéntense donde quieran, hay lugar de sobra. Vayan guardando sus valijas en el baúl del micro. Aquí tienen cada uno un número, el cual deben poner en cada una de sus pertenencias para que no haya margen de error o extravíos.

Travieso destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora