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Toco la última nota del piano antes de fundirme en un sollozo, a pesar de llevar días llorando a mares, mis lágrimas no parecen agotarse, resurgen con más fuerza cada vez, estoy totalmente agotado, la tristeza cansa más que cualquier actividad física, llorar tanto me está dejando roto, si es que todavía queda algo por romper.
Miro una vez más nuestra última foto, técnicamente no es la última, pero sí la última que nos hicimos siendo felices, la última con una sonrisa verdadera, no una sonrisa forzada para aparentar felicidad en una revista, sino una de verdad. No puedo mirarla durante mucho tiempo, me hace daño, por lo que simplemente decido cerrar los ojos y tumbarme en la cama , hace mucho que no duermo en condiciones, por lo que enseguida me quedo dormido.
Despierto 10 horas más tarde, ya ha amanecido. A pesar de tener el estómago completamente cerrado consigo beberme medio vaso de leche con una galleta, podría ir a correr con Liam o a ver una película con Niall, pero decido quedarme en casa, no quiero hablar con nadie, apenas le cuento mis problemas a la psicóloga, no ayuda, él no va a volver por mucho que ella se empeñe en hacerme cambiar de perspectiva, le he perdido para siempre, y me he perdido también a mí, ya no soy aquel chico alegre de ojos brillantes y sonrisa constante, aquel que bromeaba y reía a cada instante, nada queda de aquel Louis feliz, completo, lleno, no queda nada de mí, porque yo le pertenecía por completo a él, Harry.

No puedo parar de pensar en él, mi cabeza parece que vaya a explotar de dolor, ya han pasado diez meses desde su partida, y no ha habido un sólo momento en el que no me haya arrepentido, empiezo a analizar con detalle lo que hice, para ver si podía dejar de culparme en algún momento o realmente merezco torturarme con mis pensamientos.
Era 2016, Zayn ya nos había abandonado, por lo que el grupo ya estaba un poco roto, aunque seguía habiendo amor y ganas de seguir adelante, incluso sacamos un disco, él último, lo cual ninguno de nosotros sabía, hasta que sacamos el single "History", antes de eso estábamos bien, pero hubo un motivo por el que tuvimos que escribir esa canción, la cual nos sirvió para explicar a las fans que ya nada podía seguir como antes, que necesitábamos parar.
Harry y yo estábamos hartos de los managers, no nos permitían hacer pública nuestra relación, la cual había permanecido intacta desde 2010, cuando nos conocimos, amándonos cada día más si era posible, ambos vivíamos por y para el otro, nuestra vida era tan sumamente perfecta, parecía un sueño, sólo que claro, nuestros managers no nos dejaban declarar nuestro amor, porque ellos pensaban que eso nos arruinaría la carrera, eso nos dolía mucho a ambos, estábamos hartos de tenernos que esconder, y si en algún momento se nos escapaban gestos cariñosos, enseguida teníamos que negarlo frente a las cámaras, ¡incluso nos hicieron fingir que teníamos novia!. Harry me propuso escapar de todo aquello, renunciar al grupo, al dinero, al trabajo, decirles a los managers quién manda, irnos lejos, proclamar nuestro amor a los cuatro vientos, amarnos en libertad, salir a la calle de la mano, poder ir a tomar un helado juntos, besarnos en la playa... Sin embargo, yo no pude aceptar, no podía renunciar a nuestro grupo, me gustaba trabajar de eso, y aparte, me gustara o no, no tenía conocimiento ni habilidad para otra cosa, sólo me defiendo un poco en el fútbol, pero no lo suficiente como para poderme ganar la vida con ello. Él insistía en que nos podíamos buscar la vida en cualquier lado, que solo hacía falta ponerle ganas, supongo que yo siempre fui el racional, por culpa de que la fama nos llegara tan jóvenes, no habíamos podido estudiar ninguna carrera, y ahora quizás éramos un poco mayores para emprenderla de cero, por lo que la música era mi única opción, además el grupo todavía seguía en auge y las cosas marchaban muy bien laboralmente hablando.
Él insistió durante bastante tiempo, realmente le hacía ilusión la idea, bueno más que eso, últimamente sólo vivía pensando en el día de nuestra huida, pensaba que iba a ser capaz de convencerme, pero, por desgracia, el ser testarudo es algo que me ha caracterizado desde bien pequeño.
Cuando mi pequeño Harry finalmente comprendió que yo no iba a ir a ningún lado, decidió que era el momento de dejarlo, nuestra relación y el grupo, dijo que ya no le salía del corazón, y que para hacerlo forzado no le iba a hacer, que no era capaz de convivir con 3 personas que le habían traicionado, yo el que más, porque además de no querer ir con él, se lo había contado a los demás, y para desgracia suya, ellos decidieron darme la razón a mí, por lo que Harry se sintió traicionado por partida doble, pudo simplemente haber abandonado el grupo, nadie se lo impedía, pero los demás sabíamos que sin él, no íbamos a ser nadie, por lo que nos vimos obligados a disolver el grupo, aunque antes tuvimos que sacar otro disco más, y fingir por un tiempo que todo seguía bien, que seguíamos siendo una piña, pero aún recuerdo las noches en los hoteles sin dirigirnos la palabra, las cenas de grupo en la que nadie levantaba los ojos, en las que cada uno estaba en su propio mundo, me quedé sin Harry, me quedé sin plan de huída, me quedé sin el trabajo, perdí todo por haber dado importancia a lo que no se lo merecía, por haber pensado con el cerebro y no con el corazón, y ahora este estaba roto, partido para siempre, incompleto. Soy sólo medio hombre, pues mi otra mitad ya no está, no quiero llegar al punto de tener que admitir que no soy nadie sin él...

No puedo seguir sumergido en mis pensamientos, a no ser que quiera acabar hundido hasta el fondo, por lo que decido poner la televisión para ver si puedo despejar mi mente aunque sea por un instante, están emitiendo mi antigua serie favorita, no la veía desde que Harry no está conmigo, otra vez me abruman los recuerdos, quiero verla, pero necesito cambiar de canal, llego a uno en el que están con anuncios, exactamente uno de Unicef, pidiendo que colaboremos para acabar con la desnutrición infantil en África, no tardo en apuntar el número de teléfono al que tengo que subscribirme, pues ver a los niños pasando hambre me rompe el corazón, justo cuando termino de apuntar el número, veo algo que me hace tirar el teléfono al suelo, él, son sus rizos, le he visto un sólo segundo pero le conozco como nadie, he pasado horas y horas acariciando esos cabellos color chocolate, y no pueden ser otros, él está ahí, lo ha dejado todo por ayudar a los más necesitados, no me extraña en absoluto, él siempre ha sido tan solidario y entregado... Tardo en darme cuenta de lo sorprendido que estoy, con la boca y ojos como platos.
Antes de pensarlo dos veces, me informo de en qué localidad exacta se encuentra ese anuncio, ya no llamo sólo por colaborar, sino también por encontrarle a él...

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2019 ⏰

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