Domingo en la mañana y la cafetería estaba casi vacía, no me extrañaba ya que estábamos en pleno invierno; la gente no suele salir con este frio y a estas horas.
Pero parece que el y su amigo si, era la tercera vez que lo veía y seguía pareciéndome hermoso, con su enrulado cabello, sus perfectos y hechizantes ojos esmeraldas, y sus labios, finos y rosados; simplemente único.
Usualmente se sentaban en la sección de Lucy pero esta vez mi suerte estaba de mi lado y se sentaron en la mía, así que agradeciendo en mi mente, me acerque a ellos.
Buenos días -salude sonriente, como siempre lo hacia cuando atendía a un cliente- puedo tomar su orden?
Buenos días -contestaron en unísono-
Queremos 2 cafés y 2 porciones de torta de chocolate, por favor -respondió un chico de cabello castaño y con unos profundos ojos marrones-
Enseguida se los traigo -Sonreí y me retire-
Entregue el pedido a la cocina y me puse a conversar con Lucy.
No puedo creerlo Lucy, es mas lindo de cerca -comente mirándola-
Por que no le das tu número-
Estas loca, definitivamente no soy su tipo -conteste-
Pues díselo a él por que esta mirándote-
Mire hacia su mesa tratando de que no se notara. Y descubrí que si estaba mirando, pero eso no cambiaba nada, Lucy era una chica hermosa, con una larga cabellera castaña poseedora de un par de impresionantes ojos celestes, alta y delgada no me sorprendería que la estuviese mirando a ella en vez de a mi.
Eres una to...- Jack la interrumpió cuando coloco los pedidos en el mostrador.
Luego de entregarles su pedido a los chicos, sonreí y me retire.
Su "visita" como solía llamarle Lucy se repitió por 2 domingos mas, siempre en la misma mesa.
Martes en la mañana, y era mi día libre; siempre tenia dos horas libres entre clases y es por eso que venia a desayunar a la cafetería, amaba el café y los muffins que aquí servían.
Estaba tan concentrada en mi libro de cálculo que no note cuando alguien se sentó en mi mesa, frente a mí.Hola -dijo una voz grave y rasposa que definitivamente no me sonaba familiar-
-Subí la mirada, y cuando vi quien era me sorprendí- Hola.
Puedo sentarme, no hay mas lugares libres -Dijo sonriendo-
-Mire a mi alrededor, de hecho la cafetería estaba casi vacía, reí y conteste- Claro.
Soy Harry por cierto-
Tania -contesto sonriéndole-
Que edad tienes Tania -pregunta-
Tengo 19, tu?-
20, que estudias -Pregunto señalando mi libro con su cabeza-
-Miro mi libro- Cálculo, esta matándome.
Puedo ayudarte si quieres, estoy estudiando ingeniería-
De verdad -pregunte- muchas gracias.
Por supuesto, seria una escusa para poder verte.
-Solté una risita nerviosa- Gracias
Estuvimos hablando hasta que llego la hora de irme. Él se ofreció a acompañarme hasta el campus, por lo que acepte gustosa.
Nos vemos mañana -pregunto Harry-
Mañana a las 5 -aseguré-
Perfecto, hasta mañana preciosa -dijo dejando un beso en mi mejilla para despues irse por donde habíamos caminado hace un momento-
Hasta mañana -susurré al verlo irse-
Y así fue que nuestra historia comenzó.