ㅡ▸▷ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐗𝐗𝐈𝐈 ◁◂ㅡ

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Narra Niall Horan

Desperté por un fuerte dolor en mi espalda y unos ronquidos que más bien parecían motosierras encendidas en mis oídos.

Me levanté y traté de enderezar mi espalda y troné mi cuello un par de veces. Dormir en el suelo no era muy divertido, miré el reloj y eran las 11:00 del día, "¿Cómo podían dormir tanto sin morir?" me pregunté, entonces fui hasta lo que se suponía sería la cocina, pasando entre ropa tirada por todos lados, un montón de papeles, cenizas y hasta uno o dos prendas interiores.

Abrí el refrigerador y había cinco cosas, un sándwich medio mordido, algo que supongo sería una gelatina, leche caducada, una bolsa con huevos rotos y una botella de refresco vacía.

"El refrigerador de los campeones" susurré cerrando el refrigerador. Me recargué en la puerta del refrigerador y fui resbalando hasta caer en el suelo.

— ¿Tienes hambre? — preguntó alguien entrando a la cocina, levanté la mirada y se trataba de Nick en ropa interior.

— Si. — susurré sin fuerzas.

— Vamos, compremos café y unas donas. — dijo extendiendo su mano, ayudando a levantarme.

Se vistió con una sudadera roja y unos pantalones mezclilla y sin despertar a Louis ambos salimos del departamento.

Metí las manos en mis bolsillos, me coloqué la capucha de mi sudadera y entonces seguí a Nick.

— ¿Estudian o algo así? — pregunté a mi acompañante.

— No, yo trabajo, pero hoy es mi día de descanso, Louis trabaja también todas las noches en un bar, así pagamos los gastos del departamento.

— ¿Y son felices con esa vida? Ya sabes, ¿Sin reglas ni padres?

Observé a Nick y se quedó pensativo, después me miró y se encogió de brazos.

— Es lo que tenemos, no es bueno quejarse de lo que se tiene, hay personas que no tienen nada. — apartó la mirada. — Ahora te toca. — se detuvo fuera de una cafetería. — ¿Por qué escapaste de casa?

Abrió la puerta y entonces me dejó entrar primero.

— Mi padre quiere decidir mi futuro por mí, le dije que me gustaba un chico y entonces explotó. Aun le tengo miedo a los regaños de mi padre.

Nick me miró, esa mirada se me hacía familiar, era la misma que yo puse cuando Zayn me dijo que no le gustaban las chicas, después sonrió y me abrazo,

— Hiciste lo correcto chico. — rompimos el abrazo.

Ordenamos tres lates americanos y tres donas cubiertas de chocolate. Esperamos la orden y después salimos del establecimiento.

Diarios para Niall - Ziall - | LIBRO 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora