La biblioteca no era un gran lugar, tenía casi el mismo tamaño que la cafetería. Siempre había una señora que se encargaba del monitoreo de los libros prestados y el orden en la biblioteca. No era una persona estricta ni soberbia que te callaba por estornudar o decir aún que sea una palabra, pero había límites y amablemente te decía que bajaras la voz o no hicieras tanto ruido al teclear en tu laptop. Claramente también podía confiscar algún tipo de comida o bebida que llevarás, a excepción de una botella de agua, la cual no debías de tener sobre la mesa. Cualquier alimento estaba prohibido, sin importar si crujía al masticarlo o no. Prohibido. Había tres cámaras de seguridad en cada esquina a excepción de la esquina donde estaba la bibliotecaria. Era incómodo, no mentiré. Ser monitoreado hasta el último segundo. Pero Jimin conocía un punto ciego, escondido de las cámaras. Un rincón entre los estantes de los libros. Si te sentabas en el suelo, en cuanto te agachabas las cámaras se perdían detrás de los estantes.
Ambos nos sentamos juntos en el suelo de alfombra. Leímos un libro juntos. Siempre había leído un poco más lento que Jimin, por lo que me preguntaba repetidamente si podía cambiar de página. Mi vista llego un punto de cansancio rápidamente. Le dije a Jimin que me estaba empezando a sentir cansada de leer. Cerré los ojos por unos instantes y después escuché el susurro de Jimin en mi oído.
"Recárgate en mi y descansa" gire mi cabeza para hacerme frente, clavando mi mirada en la suya. Lentamente caí en la cuenta de que me estaba dando su consentimiento, estaba prestando su hombro para que recargara mi cabeza en el.
Lentamente me junté a él y baje mi cabeza hasta que descanso en su hombro.
"Gracias" le susurre antes de cerrar los ojos.
Eso había sido el primer contacto físico desde ayer. Sentí que éramos sólo Jimin y yo justamente en ese momento y en esa biblioteca.
Estar sentaba ahí con el me hacía sentir bien. Tengo la esperanza de que el también se sienta igual conmigo.
Me había levantado sobre las rodillas para tomar mi mochila y después levantarme para poder ir a la siguiente clase. En el intento de estirar la mano para tomar mi mochila, Jimin jalo de ella haciéndome quedar muy cerca de él, con nuestras respiraciones mezclándose. Cerró los ojos y sin dejarme reaccionar junto sus labios con los míos.
"En realidad, ayer..." empezó a decir cuando nos separamos. Sonrió un poco nervioso. "No te deje en claro lo que eres para mi. Eres demasiadas cosas para mi, pero hay una cosa que no eres pero de verdad quiero que seas..." lo mire atenta. Quería saber aquello que no era. Espere su respuesta. "Quiero que seas mi novia."
Subió una de sus manos y acuno una de mis mejillas, acariciando con su pulgar la piel que por dentro la sentía como fuego.
"¿Aceptas?" mis latidos incrementaron fuertemente.
Sentía que iba a morir por lo que sentía en mi estómago, era demasiado fuerte. ¿Así es como te sientes cuando en realidad el chico que te gusta te cumple todos tus sueños en un instante? ¿Uh? Me sentía feliz, demasiado. Olvide mi vergonzoso sonrojo y logré mirar a Jimin a los ojos. Empecé a asentir históricamente.
"Acepto" le susurre. Se acercó a mi y me dio un dulce y corto beso en los labios. Sus ojos desaparecieron por la gran sonrisa que tenía. Seguramente los míos también.
Ya era demasiado tarde como para entrar al siguiente módulo, habían pasado los cinco minutos de tolerancia.
Nos importó un cacahuate y seguimos sentados ahí, Jimin leyendo su libro mientras le abrazaba un brazo y entrelazaba nuestros dedos. Descanse mi cabeza en su hombro y cerré mis ojos. No podía evitar el soltar pequeñas sonrisas de vez en cuando.
Me sentía feliz, ¿qué más podía hacer?
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flaming hot cheetos [Park JiMin]
Fanfictionfhc | "Quiero ser lo que piensas por la noche" Inspirada en las rolitas de Clairo. Ranking chido: septiembre/2019 #1 cheetos