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Hiedra:

Después de 2 años, he conseguido poder respirar de nuevo, ser feliz, disfrutar de los pequeños detalles de la vida.

Hace 2 semanas que terminé las sesiones con mi psicóloga. Me ayudó bastante cuando caí en depresión y sentía que nada ni nadie tenía sentido.

Conseguí un apartamento en el centro de la ciudad que decoré a mi gusto, dándole un toque materno, como diría mi madre.
Muchas veces he intentado engañarme, dejar de pensar en Dylan y decir que lo había superado, que me daba igual si ahora tuviera novia.
Hace mucho que no sé nada sobre él, me hubiera gustado seguir hablando con él, aunque fuera por llamadas, pero la verdad es que recodarlo solo me hacía daño.

Hace 3 meses cuando fui a comprar ropa para el invierno, me choqué con un chico y cuando intenté pedirle perdón me di cuenta quien era. Casi me da un ataque al ver a Alex tan guapo como siempre, tan tranquilo y sonriendo.
Insistió en invitarme a un café y no pude negarme porque básicamente me arrastró. Me pidió disculpas casi 20 veces y yo lo único que pude hacer fue dedicarle una sonrisa forzada.

Me informé sobre John antes de irme porque le tenía demasiado cariño y lo único que había hecho era tratarme bien, y en parte porque sentía que tenía que hacerlo, por mi madre. Descubrí que Dylan lo había encontrado inconsciente y apestando a Vodka, supuse entonces que iba a ahogar sus penas en alcohol y le deseé lo mejor.

En el último momento decidí dejarle una carta a Dylan a modo de despedida.
Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que nunca lo he olvidado, siempre he pensado en él sin darme cuenta.

Muchas veces sin quererlo se me viene a la cabeza el día que nos conocimos, cuando empezó todo:
-Mamá, estoy muy nerviosa.
Me sonrío como hacía siempre que estaba ansiosa.
-Ivy no pasa nada, John te va a caer muy bien, seguro que hasta Dylan y tú os lleváis muy bien.
¿What? ¿Quién es Dylan?
- Dylan es su hijo, tiene 2 años más que tú, no te lo he dicho porque aún no sabíamos si se iba a mudar también.
"Esto es una broma, iba a tener un maldito hermanastro, como en las historias. 
Casi me caigo de bruces cuando lo vi aparecer por la puerta detrás del tal John.
Era bastante alto para su edad y con un cuerpo atlético. Lo que más me llamó la atención fueron sus labios ys u pelo, que le daba un aire un tanto peligroso.
Bienvenido a casa hermanastro.

Como si hubiera pasado una semana.
Parece que ayer cuando conocí a ese chico malhumorado y rompe-corazones.
Me volvía loca cuando me pillaba de sorpresa cocinando sujetándome la cintura o cuando me cogía en brazos cuando me molestaba con él, me encantaba que me sonriera cada vez que estaba nerviosa con algo como hacía mi madre.
Aún recuerdo lo preocupada que estaba el día que llegó con los nudillos ensangrentados y el labio partido. Me dijo que había discutido con un chico y acabaron peleándose, aunque más tarde me enteré de que Alex tenía pensado invitarme a cenar y Dylan se enfadó. 

Todo eso ha quedado en el pasado y probablemente lo pueda enterrar en el olvido.

Mi gente 🤠
Quiero que me pongáis en los comentarios que tal os esta pareciendo esta historia y si notáis alguna diferencia en cuanto a la primera parte.
También he decido empezar a actualizar los viernes ❤️
Nos leemos 👋🏼

Arís [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora