Afuera, me pregunté: "¿Qué haría ahora?". Tenía todo el día libre, para hacer cualquier cosa. Bueno, supongo que, compraré algo para el viaje. Serán 5 horas. No está demás, que lleve algunas cosas para comer. Me dirigí al supermercado.
Es agradable caminar, con este clima nublado. Me daba ideas. Sí. Algunas rescatables, y otras, que sólo estaban para estorbar... Con el paso del tiempo, he sabido diferenciar, las unas de las otras. He tenido más de una vez, conflictos mentales, por culpa de las ideas que estorban. Son discretas, y dañinas a la vez. Cuando menos te lo esperas, te atacan. Son una fuerte apuñalada a la mente... Me alegro de ya estar más experimentado. Menos conflictos, por supuesto.
Al llegar al supermercado, tomé un carrito de compras.
Como no iba a llevar tantas cosas, todo, fue muy breve. Me dirigí a la caja, y pagué.
Al salir, con mis bolsas en mano, caminé, en dirección a mi casa. Todo lentamente, claro. Aún era temprano.
Mientras caminaba, pensaba, en el día de mañana.Me pregunto: "¿Cómo será el lugar que me hospedaré? ¿Será un hotel de lujo?". No,para nada. "¿Será una humilde posada?". No... no creo. Quizás, se trate de un hotel,pero, de bajo costo. Con lo necesario, sin lujo alguno. Bueno, no creo que sea de tan bajo costo, si mi hospedaje, incluye comida... "¡Ah! En fin". El día de mañana, se sabrá.
Había otra cosa, la cual también me preguntaba... ¿Cómo fue que, acepté tan rápido, la petición de mi jefe? Quiero decir. Ayer, mi respuesta, estaba cerrada a un absoluto no. Pero, al hablar con él, y explicarme bien el motivo de mi viaje, fui moldeado. Sí. Como si hubiese manipulado mi respuesta, drásticamente, hasta cambiarla a un sí. Eso sí que fue raro. No me considero una persona, fácilmente "manipulable"... pero bueno. Supongo que, también, mi miedo a perder el trabajo, apoyó aquello.
Llegué a mi casa. Noté que, el camino, fue más largo de lo habitual. Pensando, supongo que, se hizo más largo el trayecto.
Dejé las bolsas, encima de la mesa. Ya eran las 2 con 3 de la tarde. Esta vez, decidí almorzar temprano. Pero, antes de hacerlo, me cambié de ropa. Fui hacia mi habitación... ya listo, me dirigí a la cocina.
Como aún me quedaba comida de ayer, sólo la calenté. Me serví un plato, y me senté a comer. La comida, no había perdido su sabor... hay veces, que la dejo, de un día para otro, y el sabor, no es el mismo. Cambia, y no para bien.
Al acabar de comer, me dispuse, a lo que tenía que hacer. Sí, me refiero, a empacar mis cosas para mañana. Ni siquiera sabía qué llevaría, pero, revisando, calmado, lo sabré.
Guardé, sólo lo justo y necesario. Lo que realmente usaría, en el lugar que me hospedaría. Y, además, un par de libros. No sé si habrá algún televisor, así que, por si acaso, ya tenía algo con qué distraerme.
Ya guardadas todas mis cosas, me fui a sentar al sillón. Hoy día, quería aprovechar mis horas libres, de manera holgazán. Encendí mi televisor, y me puse a buscar algo interesante que ver...
Cambiaba, y cambiaba de canal, constantemente.La programación del día de hoy, era bastante aburrida...
Así estuve, hasta cuando di con algo interesante; una película de acción. Bueno, peor es nada.
Mi día, básicamente, se basó en lo mismo... Me distraje, en el televisor, viendo una que otra película. Algunas, más interesantes que otras. Pero bueno. Al menos, no fue un día aburrido.
(...) Siento que no aproveché mi último día aquí, en mi ciudad... ¡qué mas da! al menos, me entretuve... bueno, creo que exagero. No es mi último día aquí, pero sí, hasta durante los próximos 6 meses. Será una larga temporada, fuera de casa.
Menos mal, que no tengo mascotas. No sé qué haría, dejándolos sólo aquí. Supongo que, los hubiera dejado, con mis padres. Bueno, como sea (me enrollo demasiado, lo sé).
Cuando la noche se presentó, me fui a acostar de inmediato...
(No se les mencioné, pero, durante el día, recibí un mensaje de mi jefe, diciéndome que, el bus, pasaría mañana, a las 7 en punto. Debo estar temprano, en el paradero que me esperaría, para no perderlo. Me dijo que, el chófer, no espera por mucho tiempo. Supongo que, ha de ser, un señor con poca paciencia).
Antes de acostarme, dejé todo a mano para mañana. Cosa de, llegar e irme.
Me alegraba el hecho, de haber realizado aseo el día de ayer. Me iría, dejando mi departamento impecable. Sin nada que preocuparme por este.
Al dejar ya todo a mano, me fui a acostar. La noche, estaba más helada que ayer. Me tapé bien, y cerré los ojos.
ESTÁS LEYENDO
Sólo Algunos Tienen Aquella Suerte
RomanceIsmael se presenta a esta historia como un joven solitario, apartado de las personas, pero amable. Él lleva una vida normal, en un trabajo normal. Pero, lo que hace que esto gire por completo, es la noticia dada por su jefe... 6 meses, fuera de su...