Ingrata distancia.

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Alex


ha sido ya demasiado el tiempo que stuve fuera, regreso a esta ciudad en la que pase el mejor momento de toda mi vida hasta ahora, hoy con 21 años he venido a buscar esa cara de ángel que jamas dejó de quitarme los suspiros, vengo dispuesta a todo, a pesar de haber perdido comunicación por completo sé que la encontrare aqui, no sé si disponible o no, pero siendo tan importante para mi no pienso rendirme facilmente; caminé decidida bajando del camion en el que viajaba, no iba a perdr el tiempo e iría a buscarla de inmediato.

Pasé primero a casa de mis padres y muy sorprendida mire a la madre de Faby, ahí sentada en la sala platicando con mi madre, se volvieron amigas algún tiempo después de haber superado los problemas que hubo, pero al verme llegar no puso una linda expresión.

- Hola Alejandra, que inesperado verte aqui - dijo ella y me dio un abrazo.

- Si lo mismo digo yo, no imagine fueran tan unidas- dije con la sonrisa torcida, queria dejarme de formalidades e ir directo a la pregunta que ha rondado por mi mente desde los ultimos 2 años "y ¿Faby?"

Tuvimos una larga conversación sobre lo que pasé durante la universidad y el como fue el tiempo de mis padres aquí, fue algo que me pareció eterno, más que nada por que estaba retrasando mi misión aqui, ya quería correr a verla, así que en momento dado pregunte desesperada por ella, pero no tuve la respuesta que esperaba.

-Lo siento Ale, pero Fabiola esta viviendo con una chica que conoció en la universidad y desde hace mas de un mes que son pareja, lo siento mucho - sus palabras me atravesaron como mil cuchillos, creí que podría estar preparada para esta situación, pero me parti en un millon al escuchar eso.

- Bueno, me alegra halla podido rehacer su vida y encontrar con quien ser féliz - dije mordiendome el labio y retirandome a la cocina para beber un poco de agua para tragarme la bilis.

Armandome un poco de valor, conseguí la dirección del departamento en el que estaba Faby, con la excusa de pasar a saludarla como viejas amigas, creo que ni su mamá ni la mia me creyeron, pero tenía que conservar algo de orgullo y no verme tan rogona.

Faby

Me encontraba haciendo un tanto de limpienza y buscando un trabajo por distintas páginas de internet, hacía ya más de un mes que estaba buscando uno pero no daba con nada, todos me absorvian demasiado o no eran exactamente lo que yo quería, además de que se necesitaba experiencia y esas cosas, comencé a hacer trabajo en casa como venta de golosinas y arreglo de ropa mientras lograba encontrar algo bueno. Sof me ayudaba bastante pero me decia que al menos quería tenerme la mitad del dia para ella, ella estaba trabajando por las mañanas y descanzando por las tardes.

Estaba pensando un poco en cosas como las que viví con Ale hace años, no sé como llegué hasta esos pensamientos pero cuando me estaba poniendo sentimental, sonó el timbre de la puerta y me sobresaltó bastante, pense que quizá sería Sofie, pero era extraño que saliera dos horas antes del trabajo, por lo que fruncí el seño y fui a abrir la puerta; vi a una chica sorprendida, con los ojos como platos quien al verme puso una linda sonrisa que parecia se metía de a poco en mi alma, sus ojos me trajeron nostalgia al instante de mirarlos, pero no lograba reconocer la hermosa persona que estaba parada frente a mi, me quede mirandola extrañada.

- ¿Puedo pasar? - preguntó con una sonrisa divertida al ver mi expresión, sabía que la conocía pero no logré recordar de donde, aún así la invite a pasar.

- ¿P-Puedo ayudarte en algo? - le dije invitandola a sentarse  y me miró extrañada.

- Han sido tres largos años de no vernos y ¿es así como me recibes? - esa oración me hizo darme cuenta de que persona tenía aqui parada en frente y me sentí como la misma mocosa de hace cuatro años que toda tonta estaba enloquecida por esta mujer tan linda, se notaba que había bajado de peso, me imagino que al vivir sola no se alimentaba bien.

Las lágrimas inundaron mis ojos y ella me abrazó fuertemente intentando contener su llanto al igual que yo, le ofrecí una bebida y secandonos de cuando en cuando las lágrimas conversamos sobre todo lo vivido estos trs años que estuvimos lejos.

- Asi que te graduaste antes - le pregunte un tanto sorprendida.

- Si, me esforcé por tomar clase en ambos turnos y tabajar un poco por la noche y ratos libres, me hacía mucha falta volver y ver a mis personas queridas - dijo con una expresión nostálgica, mordi mi labio para no llorar de nuevo y le sonreí - me dijo tu mamá que vivias con alguien - dijo triste.

- Si, nos conocimos en la universidad y nos hicimos muy cercanas... de hecho... somos pareja - mi tono de voz bajaba con cada palabra, no quería decirselo pero no debía ocultarlo.

- Eso mismo me dijo ella, me alegro por ti - noté como se rompía su voz, aún así disimuló muy bien su llanto. Hubo un muy largo silencio en el que estabamos intentando asimilar el tiempo que pasó.

- Traere un poco de botana - rompí el silencio y me levante a la cocina.

- ¿Cómo es ella? - me preguntó una vez entre a la cocina. Me puse nerviosa no sé si era buena idea mencionarla tan pronto.

- Pues es no muy alta, tiene lindo cabello y ojos tiernos - atine a decir mientras volvía con un bol con palomitas de maíz.

- Debe ser muy linda para haberte enamorado de ella ¿hac cuanto se conocen? - se le notaba que le dolía pero quería hablar de ello.

- Poco después de iniciar la universidad, tomaba varias clases conmigo -.

- Bueno, la conociste bien, esta muy bien eso - y ahí vino de nuevo ese silencio tan incomodo que no quería romper porque no quería que me hiciera más preguntas, sentía que de alguna forma la estaba lastimando.

- ¿Te quedas a comer? - pregunte para desviar el tema anterior.

- No, empezaré a buscar trabajo y apartamento hoy así que ya deb irme - "no se quedó ni una hora" pensé -solo quería pasar a verte pr una vez, quizá sea esta la ultima - dijó mirando la ventana y levantandose, sus palabras dolieron como no sabía que podían llegar a doler.

- Entonces quedate un poco mas - dije casi sin pensar y me miró extrañada y pensativa.

- No lo creo, hace mucho que decidimos hacer nuestras vidas solas y se ve que te ha ido bien, es mejor no interferir - se levantó y caminó hasta la puerta, yo no sabía que hacer, me quede sentada analizando los siguientes movimientos que iba a realizar, voltee a verla y me levante lo más rápido que pude a abrazarla por la espalda.

- Por favor, vuelve otro día - le dije casi en un sollozo, ella solo gimió en respuesta se soltó de mi y se fue.

<<Hola a todos!!!!! como estan?? pfff ha sido dificil ultimamente escribir no me es fácil, esta historia me recuerda a la propia y me pongo muy sentimental al leerla y escribirla, pero igual aqui estoy trallendoles de nuevo un lindo capítulo a ustedes, espero lo disfruten y les guste, siento mucho haberme ausentado y espero halla alguien por ahí que aún lea esta historia, muchas gracias, para cualquier cosa no olviden comentar y si les gusto denme una estrellita, los quieroooo!!>>

Sin ti no puedo vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora