⋆ única parte.

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JungKook odiaba enfermarse, sin duda era la peor cosa que le podía pasar

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JungKook odiaba enfermarse, sin duda era la peor cosa que le podía pasar. Cosa común en su vida, pues pareciera que fuese alguna especie de imán hacia los pequeños virus, invitándolos a que contagien todo su sistema. No le gustaba la sensación de no poder respirar bien, ni mucho menos como siempre parecía estar tosiendo. Se convertía en un desastre de mocos, volviéndose su nariz rojita e irritable por el excesivo contacto con los papeles higiénicos, y sumándole el hecho de que no podía oler correctamente.

¡Era una mierda estar enfermo!

Lo único que deseaba con todas sus fuerzas en su triste estado deplorable, era estar rodeado de aquellos brazos que le hacían sentir protegido y amado, ser mimado por palabras bonitas y caricias que le hicieran sentir especial. Sentirse en casa para estar mejor.

Sin embargo, cuando se despertó de su larga siesta entre aquel enredo de sabanas, un lado de la cama estaba vacío. La persona que se supone que debería cuidarlo en su estado ya no se encontraba a su lado, ¿dónde está su JiMin-Shi?

Su novio se había encargado de cuidarlo durante estos dos días que llevaba del resfriado, cumpliendo y soportando cada unos de sus caprichos junto con los berrinches. Tenía que admitir que se estaba pasando un poquito de infantil con su Hyung, pero era su novio, ¡era su deber amarlo y cuidarlo!

Al recordar que JiMin no estaba ahí junto con él, un quejido lastimero salió de sus abultados labios y desordenó sus cabellos aún más.

—¿JiMin Hyung?— preguntó al aire, esperando una respuesta con ansias, sin embargo nada llegó —. Amoooor.

Al notar que no recibiría nada de vuelta, un puchero se formó en sus labios.

¿A dónde se había ido? Seguro se cansó de estar soportándolo, sí, eso debió haber sido.

Ahora con una tonta tristeza en su interior, dio un pequeño vistazo a la habitación completa para después levantarse, sintiendo su cuerpo algo pesado, todavía tenía un poco de la fiebre encima. Genial, sencillamente genial.

Sus pies descalzos al tocar el frío piso de la habitación gracias al aire acondicionado se contrajeron levemente, un chillido salió de su boca e intentó abrazarse a sí mismo para bajar así sea un poco el frío de su cuerpo.

—¡Qué frío hace!

JungKook debía de admitir que dijo esas palabras al aire esperando que cierto chico apareciera por la puerta para abrazarlo acogedoramente con sus protectores brazos y besara su cabeza, haciéndolo sentir bien de inmediato. Pero nada de eso sucedió, así que con una mueca de inconformidad el chico enfermo tuvo que recurrir a su caliente mantita blanca que tenía para circunstancias como estas.

Luego de que la encontrara envuelta en la cama, se cubrió con ella completamente, de los hombros hacia abajo. Además se colocó sus pantuflas de conejito que tenía para cubrir su pies de la alta temperatura, y caminó hasta la mesa de noche para encontrar su celular sobre esta.

Little Monster┃JiKook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora