Destinados

1.7K 184 18
                                    

No era alguien que creyera en lo que la gente habla sobre el futuro y mucho menos cree en la gente que, por un poco de dinero, predice tu futuro. Sin embargo, ahí estaba, en la nueva tienda de esoterismo de su vecindario. En realidad era una nueva cafetería con esa temática y por inauguración, en la compra de un café recibiría una lectura gratis. Únicamente entró por la curiosidad y porque tenía muchas ganas de tomar un americano que le ayudará a estar más activo en su fin de semana.

-¿Estas listo?- Una jovencita de sento frente a él. No esperaba que fuera alguien muy normal quien le leyera la mano, siempre pensó que eran señoras ya viejas y con ropa de gitana.

-Lo estoy supongo. Pero no soy muy creyente de este tipo de cosas. ¿Por dónde comenzamos? -Le decía mientras tomaba sorbos cortos de su cafe.

-Ok bueno... mas que leerte las cartas o él café, soy buena leyendo la mano. Así que por favor, dame tu mano. -Sasuke la extendió y la chica la acarició con delicadeza.-Manos suaves y delicadas, no haces trabajos rudos ¿Verdad? -Se rió y Sasuke bufó.- Bueno ¿qué tenemos aquí... ? Tendrás una larga vida, eso dice esta línea de aquí, un trabajo estable, pero veo que te hace falta un compañero... tu mano no dice mucho de tu vida sentimental. ¿Haz tenido parejas?

-Nada serio. Estoy demasiado ocupado con otras cosas para preocuparme por eso de tener pareja. Supongo que por eso no le agrado a las personas pero no me importa.

-No te preocupes ya te lo diré. Si ya acabaste con tu taza de café, dámela. Haré una excepción contigo. -Sasuke nuevamente aceptó. No creía ni una sola palabra de aquella mujer, pues si goza de buena salud y en general su familia no es enfermiza y obvio que tiene un buen trabajo, lo vieron llegar en un Mercedes. Nada nuevo. -Qué curioso, los restos de tu café dejaron un sol. Un sol que alumbrará en tus días más nublados, sentirás su calor en todo momento y por más molesto que te parezca; su calidez te hará sentir pleno, te hará sonreír más de lo que lo haz hecho hasta ahora y hará que tu mundo de una vuelta de 360 grados. Según esta taza, no está tan lejos de tu presente. ¡Wow! Nunca había visto tanto en una lectura de café, suertudo. Aunque no aseguró que se trate de tu vida romántica, solo habla de un sol. No sé cómo llegará a tu vida.

-Bueno si usted no lo sabe es obvio que yo tampoco. Muchas gracias por la lectura y disfrute mucho el café también, podría volver otro dia.

En cuanto salió del establecimiento, se puso sus lentes de sol, había bastante sol ese día, tocó las llaves de tu auto para abrirlo, dio un paso y alguien chocó con él y lo tiró al suelo,

-¡Diablos, discúlpame! -La persona que había chocado con él, le había tirado los lentes pero inmediatamente trataba de remediar los daños. -Saliste de repente y no pude tenerme al correr. Toma tus lentes. -Se los entregó y lo ayudó a levantarse. -Disculpame, por él incidente te regalaré un café de esta cafetería. -Señaló donde acaba de salir. Ese chico estaba siendo muy efusivo y de cierta manera encantador. -Sin embargo, no puede ser hoy. Dame tu número y yo te llamo para ponernos de acuerdo. Me llamo Naruto, por cierto. -Como si nada hubiera pasado, ese chico estaba sonriéndole como si lo conociera desde hace mucho. Y estaba siendo muy raro ¿como le invitas un café a alguien que acabas de arrollar?

-De hecho acabo de salir de ahí pero...-Ni él mismo se entendía en esos momentos en especial porque no era de los que hacía cosas de forma impulsiva- Si de verdad quieres compensarme podemos ir a otro lugar. Mi nombre es Sasuke.

-Bien Sasuke, de verdad tengo prisa pero es una promesa. Apunta tu número aquí. -Le dio su celular e inmediatamente Sasuke apuntó su número. -Listo. ¡Nos vemos luego Sasuke! -Se fue corriendo de nuevo.

Se sentía extraño, era como si aquel golpe fuera el más cálido que le hubieran dado en la vida. El sol pegó fuerte en su rostro. Mientras subía a su auto pensó en lo que la chica del café le había dicho, tal vez tenía razón.

-Por favor... esas cosas no existen. -Sacudió su cabeza para sacarse la idea del sol destinado que le habían predicho. Ese encuentro no tenía nada que ver. Con esa idea arrancó su auto y ansiando la llamada de Naruto.

Fictober SasuNaruSasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora