Adolescencia.
Variaciones físicas, emocionales y sociales van transformando a cada uno en adulto. Aquí se comienza a definir y afirmar la propia personalidad.
Se perfila un nuevo modo de ser, la relación que tiene con los amigos y compañeros; Y la identidad hacia la comunidad.
El primer amor que se vive con especial ilusión, puede llegar en esta etapa.
El joven rompe con la seguridad del mundo el cual solía conocer, con sus comportamientos y valores de la niñez para empezar a construirse una identidad propia. Al mostrar rebeldía y reacciones no siempre respetuosas, el está probando los limites, aventurándose a conocer y crecer.
En este contexto salir adelante parece un gran desafió que se complica aún más cuando el joven enfrenta situaciones problemáticas en su familia, una escuela que muchas veces no despierta su interés o no favorece su aprendizaje.