Bajo el Mismo Techo

Misty VII: Equipo

Capítulo VII

«Pov Misty»

~Equipo~

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El atardecer estaba cayendo sobre las colinas de pueblo Paleta a mis espaldas. Estaba sentada en el pasto, con Pikachu en mis brazos y la mirada en la nada. Los pensamientos no me habían dejado en paz desde que empecé a imaginar las posibilidades que existían entre Ash y los Hombres G.

Tenía que volver a ciudad Celeste, pero desde allá poco y nada podría hacer. ¿Qué podría generar que me quedara un par de semanas más en el pueblo? ¿Qué?

Todos los chicos se habían ido, así que tampoco me eran de utilidad... ¡Maldición!

Estaba tan enojada conmigo que no sentí los pasos de la persona que se acercaba, hasta que se detuvo cerca mío. Me puse de pie y le hice frente, había algo en sus ojos azules que no me terminaba de convencer. Había muerto su discípulo, el joven que conoció de niño, alguien que lo consideraba un héroe, y sin embargo, Lance estaba como si nada frente a mí.

Creo que, sin prácticamente pensarlo, y antes de que él pudiera decirme algo, solté:

—¿Cuánto tiempo va a suspenderme?

—¿Qué? —pude ver la sorpresa y la confusión mezclada en su rostro.

—¿Un mes, dos meses? —seguí preguntando de forma tan rápida, que poco lo dejaba procesar— Que no sean tres meses por favor, tres meses es mucho —llevé mi mano derecha a mi mentón— Aunque uno es muy poco, quizás dos meses sea un buen tiempo —busqué su mirada que se escapaba de la mía— ¿Eh?

—¿Por qué quieres que te suspenda Misty? —me dijo mostrándome la bolsa donde llevaba las cinco pokébolas de Ash.

—¿Es que acaso no lo ves? —aspiré profundo e hice presencia de los dotes actores que aprendí con mis hermanas— La muerte de Ash no me tiene del todo bien —cubrí mi mirada con la mano izquierda— ¿Cómo superas la muerte de la persona que amas? ¿Con qué cara vas a la liga a pedir permiso por duelo? Yo... —entre medio de mis dedos pude ver la cara de desconcierto de Lance, la incomodidad de lo que presenciaba—, por favor yo...

—¡Ya de acuerdo! —dijo en un tono bastante agotado, quité la mano de mi rostro y lo miré apenada— Veré que puedo hacer, ¿quieres dos meses libres? —le afirmé con la cabeza— Ok, iré a suspenderte por dos meses, ¿contenta?

—¡Si! —iba a festejar, pero recordé mi actuación y agaché la cabeza—. Gracias Lance, ahora puedo hacer el luto de Ash tranquilamente.

—Sí, sí...

—¿Puedo pedirte otro favor? —hice como si me secará los ojos con el revés de mi mano antes de mirarla otra vez— ¿Puedes omitir que yo te lo pedí?

—¿Cómo?

—¿Quién creería que Misty de ciudad Celeste pidió tiempo libre para llorar a su amigo?

Al parecer, ya no quería seguir viéndome, porque hizo un gesto con su mano bastante molesto.

—Sí, sí, tranquila diré que fue por lo que me dijiste antes, suspendida por desacato a un superior, ¿feliz? —volví a afirmar y se fue tan rápido, que pensé que había usado a uno de sus Pokémon.

Solo me quedé ahí parada, mientras los espasmos de la risa acumulada invadían mis hombros y brazos.

Ahora tenía dos meses libres, dos meses para pensar y tratar de entender que es lo que está pasando aquí.