capítulo 3 💜

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Jungkook observó cómo Hwasa continuaba manipulando las nubes.

- parece que se acerca una tormenta - dijo una mujer que estaba sentada en la fila de asientos que había detrás de él.

- Así es el clima de Seúl - dijo el hombre que estaba junto a ella.

Un fuerte estruendo causado por un trueno hizo que los cristales vibraran bajo las manos de Jungkook. Se alejó cuando una oleada de granizo empezó a golpear en suelo.

- señor ten piedad - dijo la mujer llevándose una mano al pecho - ese ah Sido fuerte - miro por la ventana - espero que pase pronto. No me gustaría quedarme atrapada aquí a causa de la tormenta.

Fue entonces cuando Jungkook supo por qué Hwasa y Hoseok estaban allí y por qué le habían asignado este cargo. No todos los pasajeros del bueno 1724 iban a llegar vivos a Seúl.

Cerro los ojos y se proyectó dentro del avión. Cuando los abrió estaba en el pasillo junto a una niña muy linda su cabello era rubio claro y lo llevaba detrás de las orejas, destacado así sus ojos brillantes color café. No tendría más de doce años, sin embargo, había algo en ella que le hacía parecer muy madura para su edad.

Jungkook miro por la ventana la oscura neblina que rodeaba el avión. Todos los pasajeros que habían a su alrededor murmuraban inquietos al mirar hacia afuera, estaban asustados.

El sonido de un llanto proveniente del asiento de atrás de la niña llamo su atención y dió un pasó hacia el. En el asiento había un niño pequeño a quién casi no le llegaban los pies al suelo. Hueningkai.

- Mamá, está asustado - dijo la niña - ¿Puedo sentarme con él?.

La mujer era una réplica mayor de la niña, dió un tragó a su cóctel con nerviosismos - No, no es seguro -.

El avión dió una sacudida y su bebida cayó al suelo, salpicando el líquido color ámbar en su traje blanco de lino. El color de su rostro se volvió más pálido de lo que era, mientas se agarraba al reposabrazos - ¡Dios mio!.

La niña se inclinó hacia el pasillo para volver a mirar al niño que estaba sentado detrás de ella - pero está solo.

- Haz lo que te digo o tendré que contarcelo a tu padre, cuando llegemos a casa - dijo la mujer de malas formas mientras se limpiaba los pantalones con una servilleta - la azafata se ocupará de él.

Jungkook vio a la niña parpadear rapidamente; se volvió sensible verla sacarse las lágrimas. Ella puso una mirada de determinación antes de mirar al niño.

- no pasará nada, shhh, no llores. Pronto aterrizaremos - le dijo - ¿Cómo te llamas?.

El pequeño levanto la mirada, sus ojos marrones se quedaron fijos en los de ella. Una hiela de lágrimas recorrían sus mejillas - Hue... Hueningkai - se limpio la nariz con la manga de sudadera.

- Hola Hueningkai, soy solar -.

El avión descendió levantando al niño del asiento durante un instante antes de volver a caer en el de un golpe, sollozó.

Jungkook se arrodilló junto a el y le envío una oleada de calma, esperando que el niño pudiera sentir su presencia.

El niño respiro con dificultad como si estuviera intentando calmarse. Una pálida mano se extendió hacia el

- estarás bien Hueningkai, no te preocupes, te cogeré de la mano hasta que aterrizemos - dijo la niña. El niño miro a solar, sus rizos negros se movían de arriba y abajo al asentir con la cabeza.

Jungkook sintió dolor cuando el niño alzó su mano y la coloco en la de sol. Hacía mucho tiempo que no veía a alguien actuar de esa forma tan desinteresada.

Hechó un vistazo por el avión esperando ver a Hoseok. Al no estar allí tal vez había esperanzas para la niña y los demás.

El avión tembló violentamente y los auxiliares de vuelo corrieron por los pasillos ordenando a los pasajeros que se abrocharan los cinturones, después se apresuraron a colocarse en sus asientos y abrochar sus propios cinturones.

Hubo un fuerte estruendo seguido de un chirrido de metal rasgándose, los gritos inundaron la cabina y las mascarillas amarillas de oxígeno cayeron del techo.

Solar soltó la mano del niño durante un momento para ponerse la mascarilla y el se puso a llorar, Jungkook se inclinó y le susurró: - no tengas miedo estoy aquí por tí.

El niño continuo gritando mientras jungkook flotaba sobre el, hecho una ojeada a solar, cuyas manos temblorosas estaban poniendoce la mascarilla, cuando termino, se apoyó contra el respaldar y estiró su mano haci Hueningkai - ponte la mascarilla - grito ella.

El niño agarro su mano y la miro con una cara inexpresiva. Solar lo miro fijamente a los ojos y señaló el plástico flotante - pontela.

El niño asintió y se colocó la mascarilla. Se produjo una fuerte explosión.

Los gritos fueron atrapados tan pronto empezaron. Los ojos del niño se engancharon y solar se giró para poder ver lo que el niño estaba viendo. Dió un chillido, unos destellos naranjas y rojos se reflejaban en la mascarilla del niño y jungkook se puso tenso.

El calor daba contra su espalda y se giró preparado para luchar contra lo que fuera lo que venía hacerle daño al niño.

Casi se le sale el corazón cuando una ola de llamas rodó por el pasillo hacia ellos.

Continuará...

Él Ángel Caído Donde viven las historias. Descúbrelo ahora