No puedo creer lo que mis ojos están viendo, Mead está frente a mi... Es imposible, yo la vi morir en la hoguera.
- Mi nombre es Miriam Mead, soy la directora de seguridad de este refugio. Siganme.- Avanzó por uno de los pasillos.
Todos la seguimos en silencio, nos guió a los dormitorios, los hombres del lado izquierdo y las mujeres del lado derecho, separados en grupos de 3. Sentí mi sangre congelarse cuando Mead se acercó a mí, estaba esperando su reacción al verme.
- Ustedes tres se quedarán aquí. La ropa de cada una está en sus cama, organicen sus espacios, aquí está el reglamento, deben estar listas en 15 minutos en el salón principal.- Me dió la hoja del reglamento.
Relajé mis músculos, pero la confusión se apoderó de mí. Porque no me ha dicho nada, no creo que la peluca cambie por completo mi aspecto y no he cambiado tanto en estos tres años desde su muerte.Aproveche que las otras dos chicas estaban distraídas para acercarme a Mead.
- Mead.- Tomé su mano, pero está estaba helada, ni siquiera pude sentir su latir. Rápidamente apartó su mano.
- No me toques.- Me miró molesta. - Lo dejare pasar porque es su primer día, pero los grises no deben de tocar o llamar en voz alta a sus superiores.-
- Lo... Lamento. No lo volveré a hacer.- Agaché mi cabeza.
Mead su fue cerrando la puerta. Una sensación extraña recorrió mi brazo, ella no era Mead, al menos no la Mead que yo conocí, no sé qué es.
- Parece que a esas dos les falta un tornillo.- Volteé a ver a mis compañeras.- Y quién sabe cuánto tiempo tendremos que estar aquí con ellas.- Comentó la morena. - Mi nombre es Brooklyn, pero pueden decirme Brook.-
- Yo soy Jade.- Dijo la pelirroja.
- Me llamo Stella.- Dejé el tema de Mead a un lado, más tarde trataré de investigar.
- Bien, Stella. ¿Qué cama quieres?- Jade señaló las dos camas libres.
- La del lado izquierdo.- Dejé el reglamento en el tocador.
Sobre la cama había varios cambios de ropa limpia, o mejor dicho, uniformes. Tomé uno y entré al baño para vestirme, el uniforme consta de un vestido liso de manga larga color gris claro, medias negras, un mandil y zapatos lisos negros.
- ¿Esto no es... Un poco anticuado?- Dijo Brook recogiendo su cabello en un moño.
- Al menos no es el típico uniforme de sirvienta.- Me encogí de hombros.
- Jajaja tienes razón. No me gustaría usar una minifalda en un lugar lleno de extraños.- Jade salió del baño ya lista.
Peine mi cabello en una trenza y la sujete con mi peineta, las tres salimos de nuestra habitación y fuimos al salón principal. Las demás chicas vestía igual que nosotras, los hombres usaban camisa y pantalón con un mandil corto, todo de color gris. Venable apareció de nuevo, con una lista en su mano.
- Ainsworth, Griffin, Jobs y Wooten a la cocina.- Inicio a asignar nuestras tareas.
Una mujer alta se acercó a nosotros para guiarnos a la cocina, me despedí de mis compañeras de cuarto y seguí a la mujer a través de los pasillos. La cocina era grande, después de todo se había construido para alimentar a decenas de estudiantes. La guardia nos dijo que era lo que teníamos que hacer cada quien, el lugar donde se guardaban los "alimentos" que eran sustancia líquidas y polvos, no había nada de carne, frutas o verduras, nuestro trabajo es mezclar todo para formar una especie de ¿Gelatina?
- El desayuno se sirve a las 9, la comida a las 3 y la cena a las 8. Llevan los platos y los dejan frente a los púrpuras en el comedor, ustedes comerán después de servirles a ellos.- Explicó.
- ¿Comeremos aquí?- Preguntó un chico con pecas.
- Si, así que deben mantener la cocina limpia...- Mead entró a la cocina.
- Los púrpuras están aquí.- Informó. - Debemos ir a la cámara de limpieza.-
- Bien, empiecen con su trabajo.- Las dos se fueron.
Coco y Mallory acaban de llegar, ellas dos son de los Púrpuras, tendré que esperar hasta la cena para poder verlas. No puedo mandar a mi sombra para vigilarlas, no puedo usar absolutamente nada de magia. Abrí la alacena y saqué los frascos para llevarlos a la mesa.
- ¿Necesitas ayuda?- Volteé a ver quién me hablaba, el chico de pecas.
- Claro, no quiero romper nada.- Le pase dos frascos.
- Me llamo Eliot.- Sonrió.
- Soy Stella.- Dejamos los frascos en la mesa y otro chico nos dio un gran bowl. - Gracias.-
- ¿Y de dónde eres?- Los dos comenzamos a abrir los frascos de vitaminas y proteínas.
- De Nueva Orleans. ¿Y tú?- Medí las cantidades exactas que venían en la receta y melzclé todo mientras Eliot preparaba los moldes.
- Vivía en Los Ángeles.- Eliot y yo seguimos platicando, terminamos nuestra tarea y servimos los platos.
Mead regresó a la cocina, todos dejamos lo que estábamos haciendo para ponerle atención.
- Tendrán una nueva compañera.- Se hizo a un lado dejando a la vista a Mallory. - Ainsworth enséñale que tiene que hacer.-
- Si, señora.- Asentí.
- Los demás sigan trabajando.- Mead se fue.
- Hola, soy Stella.- Me acerqué a ella.
- Mi nombre es Mallory, ah... La señorita Venable me dijo que trabajaría en la cocina, pero tengo que cuidar a una amiga.- Dijo nerviosa. Creí que ella también sería una púrpura.
- ¿Tu amiga es púrpura?-
- Si. Es Coco Pierre Vanderbilt.- Acomodó sus lentes.
- Entiendo, quieres mantenerte cerca de ella.- Ladeé la cabeza y ella asintió. - Bien, tu trabajo será ayudarme a servir la cena y las dos nos quedaremos durante la comida en caso de que los púrpuras necesiten algo.-
- Gracias.- Sonrió más tranquila.
Coloqué los platos en un carrito, Jade llegó a la cocina para informar que la mesa estaba lista, Mallory y yo llevamos el carrito hasta el comedor.
Ahí había una gran mesa con 10 sillas, pero solo había 6 personas vestidas de púrpura, entre ellas estaba Dinah y Coco. A la mesa se unió Venable, hizo sonar una campana y esa es nuestra señal para pasar los platos.
La cena fue todo un espectáculo, las quejas por parte de Coco no se hicieron esperar al ver lo que había en su plato, Dinah solo abría la boca para soltar comentarios "alentadores" que solo fastidiaban a todos los presentes, una anciana presumiendo las importantes cenas con famosos políticos y estrellas de cine que tuvo a lo largo de su vida.
Esto será un gran tormento.
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El Diablo En Mi •Michael Langdon X (Tn)•
FanficPara ella, él era solo un niño perdido rodeado de personas despreciables. Para él, ella era capaz de destruir a cualquiera si se lo proponía. El destino les tenía preparado algo muy importante. Pero ellos decidirán si estarán juntos o en contra del...