Capítulo II

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Ha pasado al menos una semana desde que mi madre me trajo a este lugar y desde que Frank irrumpió en mi cuarto aquella noche.
Pero por una extraña razón, al día siguiente cuando desperté, él ya no se encontraba a mi lado.
Tampoco lo he visto merodear por los pasillos, ni siquiera en el comedor.
Tal vez su tiempo aquí terminó y sus padres decidieron venir a recogerlo.
Aunque bueno, es lo mejor, no tendré distracciones o algún otro desvío y pronto mi familia vendrá a recogerme y volveremos a ser felices. Eso es lo que mi madre dice.

Esta mañana dieron un aviso, del que podríamos salir al patio ya que la temporada de lluvias ha terminado y el lodo no será un problema.
Así que me he puesto unos pantalones de lana color marrón  junto con el mismo suéter anaranjado de la otra vez, lo he adaptado y honestamente es muy cómodo. Escuché que el día está algo nublado y el viento sopla más fuerte, por eso antes de salir tomé un gorro negro y me lo puse cubriendo mi cabeza.
Camino por los pasillos vacíos, probablemente todos estén disfrutando del aire, cada vez apresuro más el paso.

El jardín es más un pedazo de bosque rodeado con una cerca bastante alta.
Les explico, la casona está algo alejada de la cuidad, al menos unos cuarenta minutos. Está en una desviación de la carretera, subiendo una colina. Junto en lo más escondido se encuentra este lugar.
A veces me pregunto si es para que los chicos no lleguen muy lejos en el caso de que quieran escapar.
Aquí en el patio se encuentran la mayoría de los chicos, algunos están simplemente sentados a solas disfrutando de la naturaleza, otros se divierten pateando una lata vieja de frijoles; y por último están dos personas asegurándose de que ninguno de nosotros haga algo indebido o quiera pasarse de mano con otro.
Todo esto está muy bien controlado, a veces me da miedo pero se me pasa pensando que lo hacen por nuestro bien.
Yo copio la acción de sentarme en el pasto, aspirar hondo y cerrar los ojos. Todos estos olores a bosque me traen recuerdos de lo qué pasó hace no mucho, recuerdos que mantengo en mi memoria con cariño.
Más bien una persona con quien compartí momentos bellos.
Una pequeña sonrisa se posó en mi rostro.
<Mira que si sonríes>dijo con suavidad una voz que recién había tomado asiento junto a mi.
Molesto porque mis recuerdos habían sido interrumpidos, abro los ojos y volteo la cabeza de golpe hacia el dueño de esa voz.
Mi actitud cambió al instante en que vi que era Frank el que tomó asiento junto a mi.
¿Donde había estado?
<Parece que viste un fantasma ¿Estás bien>soltó una pequeña risa, iba a poner una mano sobre mi hombro pero el mismo se interrumpió y la retiró, su sonrisa había desaparecido.
<No estés molesto conmigo por no visitarte>ahora mira hacia el atardecer.
El viento sopla sobre su cabello y lo hace ver más hermoso.
<Ni siquiera noté tu ausencia>respondí haciendo lo mismo.
<Estuve...ocupado>siguió hablando ignorando lo que he dicho antes.
Esta vez su voz se apagó, algo en sus ojos no era lo mismo.
<Claro>respondí.
Hubieron unos montos de silencio entre nosotros, lo único que se escuchaba eran las hojas secas de los árboles ser violentamente arrasadas por el viento.
Desvíe mis ojos un poco para posarlos sobre el castaño, este rodeaba sus rodillas con los brazos y apilaba su mentón sobre ellas. A causa de que los pantalones que llevaba puestos le quedaban algo pequeños, se asomaron un poco sus piernas, llamaron mi atención algunas marcas, habían algunas cicatrices ya marcadas y uno que otro moretón. Frank no apartaba la vista del horizonte, la luz anaranjada del atardecer iluminaba sus ojos avellana haciendo que se vieran más intensos de lo normal.
<Algún día, voy a escapar>dijo sin contexto.
Me le quede viendo, su rostro mostraba un poco de ira.
<Que se vayan muy a la mierda todos>Se puso de pie, sacudió las hojas secas de su trasero con las manos y se giró hacia mi.
<No puedes hacer eso>le interrumpí antes de que dijera algo más. <Me dijeron mis padres que saldría de aquí cuando dejara mi pasado atrás, así es para todos>mordí mi labio al terminar.
La mirada de Frank se tornó seria, apretó los labios y se encorvó.
<Dejar tu pasado atrás>repitió lo que anteriormente había dicho<Dejar atrás quien eres, Gerard. Eso es lo que tus padres quieren>me señalo con el dedo<Eso es lo que todos aquí quieren que hagas>ahora señaló todo el lugar. Iba a decir algo más pero se detuvo al ver a una anciana asomarse por una ventana, la mujer no le quitó la mirada. Frank  bajo los hombros, relajó la mirada y dio unos pasos hacia atrás.
<¿Qué es lo que tú quieres?>me miró una última vez antes de darse la vuelta y entrar a la casona.
Cuando hizo eso noté que la anciana ya no estaba.

Regresando a mi habitación, ya cuando la oscuridad predominaba los pasillos de la casona, me puse a pensar en las cosas extrañas que había dicho Frank.
¿Qué es lo que yo quiero? ¿Dejar atrás quien yo soy? Lo que somos todos los que estamos aquí.
Pero si no tiene sentido, somos gente que se desvió, que está confundida. Llegamos aquí para volver a casa y hacer sentir a nuestra familia orgullosa. Claro.
¿Por qué Frank querría escapar? ¿Acaso no quiere volver con su familia como una persona nueva?

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2019 ⏰

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