Cadenas En El Corazón

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La alarma perimetral se activo durante el desayuno, todos fuimos enviados a nuestras respectivas habitaciones hasta esperar las indicaciones de Venable.

- ¿Crees que sean los mutantes quienes entraron en el perímetro?- Me preguntó Jade.

- Espero que no.-

No pude enviar a mi sombra porque Jade está muy asustada y no se ha apartado de mi. La puerta se abrió dando paso a la señora Mead.

- Ainsworth, a la cocina.- Ordenó.

- Te veré después.- Me despedí de mi amiga.

Caminé a unos cuantos pasos de distancia de Mead. Durante el quinto mes, descubrí que la señora que había cuidado de mí años atrás no era la misma que tenía frente a mí, en realidad se trataba de un robot con una increíble apariencia humana.

- Encontramos estás serpientes, están limpias. Utilicen su carne para hacer la comida.- Informó Mead una vez que llegamos a la cocina.

- Si, señora Mead.- Asentí y organice a mis compañeros para preparar sopa.

Mallory, Eliot y yo somos los encargados de servir la cena. Los púrpuras estaban listos y ansiosos por no comer medio cubo este día.

- ¿Y quién está en tu oficina?- La pregunta de Emily capturó mi atención .

- Perdón, ¿Qué dices?- Venable evadió su pregunta.

- Las alarmas se activaron, vino una persona.-

- ¿Quién más está aquí?- Cuestionó Timothy.

- Todas sus dudas serán respondidas en su momento. Ahora coman.- Hizo sonar su bastón.

Cuando los púrpuras levantaron las tapas de sus platos, salieron serpientes vivas del caldo.

"Imposible" Pensé sorprendida y fuí corriendo a ayudar a los guardias a capturar de nuevo a las serpientes.

- Creí que las habían picado a todas.- Regaño Mead.

- Eso hicimos.- Murmuré regresando a la cocina con los demás.

- ¿Qué mierda fue eso?- Eliot estaba pálido por el susto. - Una de ellas casi me muerde.-

- Esto es demasiado raro.- Dije pensativa mientras veía a los reptiles atrapados en una caja.

- Quizás si son mutantes y volvieron a pegar sus partes.- Comentó otro cocinero.

- Tal vez sea eso... Iré a que me revisen, espero que ninguna de ellas me haya picado.-

- ¿Quieres que te acompañe?- Se ofreció Eliot.

- Estoy bien así, gracias. Nos vemos después.- Salí del lugar.

Caminé a través de los largos pasillos, por suerte Jade no estaba en nuestra habitación. Por precaución me encerré en el baño y envié a mi sombra a la oficina de Venable.

- Reuniré a todos en la biblioteca para escuchar el asunto de gran importancia del que hablo.- Detrás de Venable había un hombre frente a la chimenea.

La sombra cambio de lugar para ver al extraño sujeto, pero bastó con oír su voz para que todo mi cuerpo se congelara.

El hombre rubio de ojos azules volteó a ver a Venable.

- Excelente.- Dijo sonriendo.

Mi sombra regreso de inmediato, sentí un escalofrío recorrer toda mi espalda poniendo mis nervios de punta.

El Diablo En Mi •Michael Langdon X (Tn)•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora