Señorita | Grayson Dolan | TERMINADA

21

an angel,

Grayson.

"Ya está adentro." Bella suelta, seguido de un suspiro.

Junta la puerta de mi habitación a sus espaldas y se queda de pie frente a mí y a Ethan. "Gracias por traerla acá, chicos."

"Aquí está a salvo." Afirmo. Miro a mi hermano y este asiente firme, caminando hacía Bella.

"Gray se quedará con ella. Necesito que me acompañes a buscar sus cosas al departamento más tarde." Él le dice. Ella asiente, entonces ambos comienzan a caminar a la salida.

Ethan le abre la puerta y la chica me mira por última vez antes de salir. "Gracias." Dice. Yo le hago un gesto.

"Cualquier cosa me llamas." Ethan me dice. Asiento nuevamente y luego los veo desaparecer a ambos por la puerta principal.

El departamento queda en un completo silencio, y yo doy un suspiro.

Madison se está dando un baño de espuma en la tina, para que pueda entrar en calor y además relajarse. O al menos intentarlo.

Ya casi son las seis de la tarde y apenas hace un rato llegamos. Debe estar más que exhausta.

Debato si debo molestarla o no, pero necesito saber que está bien, así que camino hacía mi habitación y lentamente me paro frente a la puerta del baño, que está entre abierta.

Doy un suspiro antes de darle unos toquecitos suaves con mis nudillos.

Y tras varios segundos, escucho el agua removerse.

"...¿Grayson?" Su voz suena frágil.

"Sí. Soy yo." Contesto. "¿Puedo... ver como estás?"

Y escucho el agua volver a removerse.

"Claro... pasa."

Y tomo una bocanada de aire antes de abrir la puerta por completo.

Lo primero que veo al entrar son sus ojos cristalizados posados en mí.

Está sentada en medio del agua, aunque aún así la espuma cubre por completo su cuerpo, hasta su pecho. Su cabello está tomado en un moño que deja caer algunos mechones húmedos en su cara.

Y su rostro. Su rostro de ángel está hecho trizas.

Camino hasta el borde de la tina con cuidado, como si no quisiera herirla aún más, y cuando llego a ella me siento en el suelo.

No he roto el contacto visual con sus ojos color chocolate, así que me rompe el corazón ver como las lágrimas ya no pueden acumularse más en ellos y luego simplemente rompe en llanto.

Suelta un sollozo que la hace ocultar su rostro entre sus manos, entonces estiro mi mano hacía la húmeda piel de su brazo.

"Hey..." Balbuceo.

Intento entenderla. Intento pensar cuánta mierda debe tener su cabeza en este preciso momento y cuánto daño le han hecho como para que ahora esté así.