Correspondeme, Hyung »SeungPyo«

Correspondeme...

— Por Favor Hyung —suplicó el niño de mejillas regordetas sonrojadas.

— Lo siento Pyo, pero no puedo corresponderte, no eres mi tipo —respondió el mayor y se fué de allí dejando al pequeño Son DongPyo de diecinueve años con el corazón roto.

Esa tarde, el menor lloró como nunca, sus hermanastros le intentaron consolar e incluso le compraron seis envases de su helado favorito y no dejó de llorar.

— Pyonnie, no te desanimes, ese bastardo no se dió cuenta que perdió a un gran chico con corazón noble —le intentó alentar uno de sus hermanastros mayores.

— ¡ChangBin!¡Las palabras! —le regañó el mayor de los tres— aunque tiene razón, no sabe lo que se perdió.

— Para ustedes es facil decirlo porque Félix Hyung y YunHo Hyung si les corresponden y son sus novios —dijo entre sollozos el menor y comió un poco de uno de los helados de chocomenta y vainilla.

Tanto ChangBin como MinGi se quedaron callados sin saber que decirle al menor, si bien no eran hermanos de sangre y no compartian el mismo apellido, se tenian tremendo cariño entre los tres, al punto en que Son ayudó a los novios de sus hermanos a declararseles.

— Creo que es porque estoy gordo, deberia hacer dieta —puchereó el menor de los tres.

Son era considerado uno de los chicos más tiernos de la universidad, era bajito, sus mejillas eran rellenas y abultadas con un tono carmesi natural ademas de ser un poco rellenito.

— ¡Claro que no! —chilló Song.

— Ahora si le parto la cara de estupido al inutil ese —Seo se levantó de su lugar dispuesto a salir de la casa si no fuera porque el más alto de los tres le detuvo.

— Pyonnie, nosotros no podemos hacerte cambiar de opinión, pero sabes que te apoyaremos en todo, igual que DoHyun —sonrió el mayor al nombrar al menor de sus hermanastros.

— gracias —sonrió el menor— hablando de él, ¿y DoHyun?

— creo que lo tenia mamá —respondió Seo pensante.

— ¿no que estaba a tu cargo? —MinGi le miró al pelinegro quien abrió los ojos y salió corriendo hacia la planta de arriba.

Ambos solo rieron por primera vez esa tarde.

Los minutos se convirtieron en horas, estas en días, semanas y meses en los que Son estuvo ejercitando y haciendo dietas para bajar de peso. Sus hermanastros seguian en desacuerdo pero se quedaban callados al ver la expresión de felicidad en el rostro del menor cuando se midió y pesó a sí mismo.

El día de regreso a clases llegó, y los cuatro hermanastros iban en los haciento traseros de la camioneta, MinGi y ChangBin jugaban con el bebé de la familia; DoHyun, y DongPyo miraba por la ventallina del lugar.

— SeungYoun te matará al verte —se burló Seo.

El trayecto hacia la universidad fué corto, al llegar, los mayores le pasaron a DoHyun a su madre y se despidieron para salir ya que sus parejas les esperaban.

DongPyo se despidió y bajó de la camioneta tambien mirando como sus hermanos besaban a su novio mientras estos rodeaban sus cinturas con si no estuvieran en publico.

— Mi familia está llena de pasivos —murmuró riendo— ¡Dejen de andar comiendoce en público que ya me voy Hyung's! —les gritó y salió corriendo cuando se dieron la vuelta.

Fué directo a su aula para la primera clase, desgraciadamente para su suerte, ninguno de sus amigos quedaron en la misma aula y los veria en el almuerzo.