Él me hace feliz.... || ZARRY ONE SHOT||

Zayn está enamorado. Zayn está obsesionado. El pobre chico está adicto a esos labios finos y rosas que cada vez que los besa siente su estómago florecer como un jardín en primavera...

Lo mejor de todo esto es que el amor hacia el rizado de ojos verdes y pálida piel, cuyo nombre es Harry, es completamente correspondido. Zayn y Harry son la pareja más feliz que alguna vez se haya alguien imaginado, eran perfectos juntos.

Desde que se conocieron -hace tres años- que no se separan, fue un amor a primera vista y comprendieron que era dos piezas de puzle que encajaban a la perfección y que ese tipo de conexión con otra persona era imposible. Se sentía como si al abrazarse, de alguna extraña manera, se complementaban.

A nadie le importaba lo que hacía Zayn excepto a Harry, quien lo cuidaba en el día y lo veía dormir en las noches... así era Harry, alto como un girasol y suave como el sol en otoño, le gustaba ayudar y para Zayn era perfecto. El moreno encontraba perfecta esa manera de pensar, el rizado era tierno e irresistiblemente adorable, le gustaba ayudar a los animales y a las personas y eso para Zayn fue caer perdidamente enamorado de Harry.

Mientras que el chico de ojos mieles era romántico como nadie, al principio era arrasador con todo y con todos pero al descubrir el amor todo lo malo se esfumó como si Harry fuese un repelente de malas acciones.

Juntaron dinero trabajando mucho, se compraron una enorme casa al lado de la orilla del mar, salían todas las noches a pasear de la mano por la orilla del pacífico y a la vez temible océano que bañaba sus costas. Todo era perfecto.

Harry tenía 21 años mientras que su novio iba a cumplir los 22, realmente nadie vio a una pareja tan extrañamente enamorada como lo eran ellos. Zayn miraba de una manera fulminante a todo aquel que se le quedaba mirando por mucho tiempo a su novio de una manera extraña.

Alguien que no los conociese hubiera pensado que estos chicos estaban pegados, porque a todos lados iban juntos, abrazados o de la mano, siempre estaban juntos. Siempre.

Harry se reía de cada tontera que Zayn hacía mientras el moreno disfrutaba el dulce sonido de su alegría indagar por sus tímpanos, lo amaba, amaba a Harry de una manera sobrenatural, lo amaba tanto que nunca quería despegarse de él, por eso es que nunca se separaban.

Los rulos del ojiverde eran sensacionales, brillosos y suaves como la ceda, Zayn amaba enterrar en ellos su nariz para oler cada dulce y agradable perfume de sus rizos. La sonrisa de Harry hacía que su novio quedase paralizado por lo brillante que era y a la vez por lo hermoso... la sonrisa de Harry era el punto debil de cada ser humano. Y por último sus ojos verdes, aquellos pares de esmeraldas que a cualquiera puede observar pero no de la manera que observa a Zayn, llena de amor, ternura, pasión y deseo eran lo mejor de todo su rostro, globos oculares tan profundos que sientes que hay un océano verde dentro de ellos, esperando en cualquier momento un tsunami de emociones emitidas a Zayn y solo a Zayn porque él.... él era su amor soñado.

Ellos no follaban, ellos hacían el amor, cada vez más lento y así se demostraban el cariño y cuidado que se tenían el uno al otro, cuando se conocieron ambos eran vírgenes e inexpertos, esa era la razón por la cual su primera vez fue tan mágica, su primer beso fue algo maravilloso... ¡¡Como olvidar su primer beso!! Eran tímidos el uno con el otro en ese entonces, se gustaban mutuamente pero ni uno de los dos se atrevía a dar el conocido primer paso. Hasta que el día llegó, fue el día de San Valentín cuando el moreno apareció en la puerta del ojiverde con un ramo de flores y un oso de felpa que decía 'te quiero mucho'.

Ninguno de los dos recuerda cómo es que se conocieron, porque desde que se conocieron comenzaron a vivir de verdad, no más llanto, no más sufrimiento, no más odio... desde ahora en adelante solo amor era el sentimiento que reinaba en ambos corazones.