Lo mejor que ha pasado ~ Marco Asensio ~

Capítulo 40

- Marco, está playa es preciosa.
- ¿Como yo?
- Tu eres más precioso - digo dándole un abrazo y un beso en el cuello.
- Ya lo sabía.
- Que ego tienes. ¿Y como yo?
- Casi, tu eres más fea - dice dándome un beso en la mejilla.
- Oyee, yo alagandote y tu llamándome fea - digo dándole un golpecito en el brazo.
- ¿Qué te parece si vamos a cenar esta noche a un restaurante?
- Perfecto. ¿Qué celebramos?
- ¿Hace falta celebrar algo para que vayamos a cenar?
- No.
- Pues ya sabes la respuesta.
- Que borde ha sonado eso eh.

A saber porqué quiere que vayamos a cenar hoy a un restaurante, cuando dijimos de irnos de vacaciones decidimos de estar o en el hotel o en la playa, cenar y eso a lo mejor un da importante y yo pensaba que nos referíamos al día en que hacemos 2 años, que por eso nos vinimos de vacaciones, osea, mañana, no hoy.
Acabamos de llegar al hotel para ducharnos y demás. He decidido que llamemos a mi padre para ver que tal está Adara.

- Marco - le llamo según va a entrar al baño.
- Dime mi amor.
- Ven. Vamos a llamar a mi padre.
- ¿Para qué?
- ¿Para ver qué tal está Adara? No se dime para que si no.
- Ah vale, si llámale pero por videollamada para ver a Adara.
- Vaale - digo cogiendo el móvil.

Aquí, el señorito, que no se acuerda en todo el día de su hija pero cuando la ha visto en la pantalla casi llora por verla y estar tan lejos de ella, con el tema de la niña es un sentimental y eso a mí me encanta.

- Bueno, voy a pagar y vamos a dar una vuelta a la playa, ¿vale? - dice levantándose de la mesa.
- Vale. Yo voy cogiendo las cosas.

No se que le pasa pero esta súper nervioso, cenando tenía un pulso... que eso no era pulso. Y ahora no para de tocar se el borde de la camisa.

- Marco, ¿estas bien? - digo agarrandole del brazo y parandole.
- Eh si, claro, estoy súper bien.
- Si, super bien nervioso.
- No estoy nervioso, venga, vamos a la playa.
- Que prisa tienes con ir a la playa... - digo agarrandole la mano para continuar con el camino.

Dirá lo que el quiera pero está súper nervioso porque aparte de que no para de tocarse el borde de la camisa no ha hablado en todo el camino cuando él siempre suele tener tema de conversación aunque sea cualquier tontería.

- Marco, ya hemos llegado a la playa, dime que te pasa.
- No me pasa nada.
- Estás nervioso.
- No, no lo estoy.
- Si, si que lo estás. No has hablado en todo el camino y para de tocarte la camisa que la vas a poner negra de tanto sobarla - digo quitándole la mano de la camisa.
- Uf, ya que te pones así, si estoy nervioso porque...
- ¿Claudia? - dice un hombre cortando a Marco a lo que Marco maldice por lo bajo.
- ¿Gabri? ¿Qué haces aquí?
- Que he venido de vacaciones con unos amigos. ¿Y tú?
- Con Marco, ¿no lo ves?
- Si, solo que de espaldas no lo conocía. ¿Estáis juntos?
- Si.
- ¿Lo dejaste con Alberto?
- Eh si, pensaba que lo sabías. Eres su amigo y los demas de la uni también lo sabían.
- ¿Qué? ¿Los de la uni sabían que estabas con Marco?
- Eh si, sobre todo las chicas.
- Y yo las pregunte y me dijeron un día que no, que era un bulo.
- Pues no, no era ningún bulo, estoy con Marco y tenemos hasta una hija y todo.
- Vaya, no perdéis el tiempo. Pues nada Marco espero que no te ponga los cuernos.
- ¿Qué?
- Que espero que no te ponga los cuernos.
- ¿Y se puede saber por qué le voy a poner los cuernos a Marco?
- Porque eres así, le has puesto los cuernos a todos tus líos o novios.
- No te equivoques, se los he puesto a tu amigo Alberto y porque me enamoré y a los líos que he tenido no les he puesto los cuernos, no inventes.
- Pues eso no es lo que contaban los de la uni.
- Los de la uni son unos puntos falsos de mierda que ya hablaré yo con ellos cuando vuelva a Madrid, ahora déjanos a Marco y a mi tranquilos.
- Eh si claro, enhorabuena Marco, has conseguido estar con ella, es estrecha la chica.
- Aclarate o es estrecha o es guarra - le dice Marco súper serio.
- Conmigo era súper estrecha y con los demás muy guarra - dice haciendo que tanto como Marco como yo nos cabreemos más y yo le suelte una hostia.
- ¿No crees que a lo mejor es porque tu no le gustas? Y como la vuelvas a llamar guarra te suelto una hostia que la que ella te acaba de soltar va a ser como una caricia subnormal.
- Vámonos Marco - digo tirando de él pero no se mueve, se queda para en el sitio mirando fijamente a Gabri - Marco, vámonos.
- No, que se vaya él, yo quería hacer una cosa aquí esta noche y de esta noche no pasa.
- Pues vámonos más allá - digo señalando otro lado.
- Si, ahora vamos - dice mirando seriamente a Gabri lo que hace que Gabri de un paso para atrás - Primero le tengo que soltar una hostia a este por insultarte.
- Que me vas a soltar tú, famosillo.
- ¡Marco! - grito cuando veo el puñetazo que le ha soltado en el ojo haciendo que se zarandee hacia atrás.
- Venga, ya nos podemos ir, cariño.
- Marco, ¿tú ves normal el puñetazo que le has metido?
- Si, te estaba llamando guarra, no me voy a quedar con los brazos cruzados. No ha sido para tanto, mañana tiene el ojo que le va a tener cerrado y morado pero ya está,se merecía más.
- Eres muy bruto eh - digo dándole un beso en la mejilla.
- Lo que tu quieras pero para aquí.
- ¿Por?
- Porque te quiero preguntar una cosa.
- Ah, pues dime.