El miedo siempre funciona para doblegar a otros. Sólo hay que buscar con que infundirlo y Daishinkan lo encontró rápidamente. Tenía a todo el pueblo bajo su dominio e indirectamente también a los otros. Planeaba dejar a Whiss ahí e irse a la capital de la región para expandir ese imperio que tenía,pero su gran obstáculo siempre fue Evangeline. Podría haber casado a Whiss antes con cualquier mujer de buena familia.Había bastantes candidatas,pero postergar el matrimonio de su hijo le permitía no volverlo ministro y así no dejar ese pueblo,pues esa muchacha lo tenía sujeto ahí.Una niña conoció él,nada relevante, pero al volverse mujer lo sacudió por completo. Pensó en pedir su mano,en volverla su esposa,mas no era correcto que él hiciera algo así. Debía mantener su postura para sostener el discurso con el que dominaba a todos y casarse con una mujer tan jóven podía sembrar cuestionamientos peligrosos. Pronto de dio cuenta que Whiss estaba interesado en ella también y lo odio por ello,pero odió aun más a Gohan. Ese cretino se paseaba con ella sintiéndose su dueño. La besaba,
la abrazaba y la acariciaba en frente de todos, sin una pizca de vergüenza.Eso le hacia querer matarlo y se se las arreglo para hacerlo con ayuda del alcalde. Evangeline quedaba libre y como él no podía tenerla,se la entrego a su hijo en cierta forma. La tendría en su casa para disfrutar de su esbelta figura paseándose por los pasillos y así alimentar sus fantasías que mitigaban su deseo de hacerla suya.Pero en ese momento Daishinkan tenía la mente en otro individuo. Él no creia en cuentos de pueblos,pero hace mucho tiempo tuvo un escuentro con Bills. Era un antropomorfo con rasgos felinos, tenía unos ojos amarillos como oro, llevaba una especie de abrigo negro y unas botas oscuras,pesadas con espuelas de plata. Cargaba un sencillo ataúd atado con cuerdas que le permitía cargarlo sobre su hombro, como si fuera una mochila y cantaba con voz ronca y baja. Lo vio entrar a una taberna y salir de allí cinco minutos después,exactamente como entro pese a los disparos y ruido de trifulca que alarmó a todos. En el interior del lugar dejó veinte ataúdes, con veinte cadáveres. Seis hombres que estaban medio ebrios y que temblaban de miedo,dijeron que Bills sólo se sentó a la barra y no movió un dedo.
"Bills es su nombre y camina a pasa lento...
No levanta un dedo y todos caen muertos ...
Su presencia siembra el miedo y el terror,pero él no carga culpas señor...
Bills es su nombre y nunca deja un pueblo sin poner a uno en el ataúd que arrastra...
Bills es la muerte señor y de él nadie escapa.. "Esa canción sonó casi como si alguien lo hubiera planeado e hizo palidecer a Daishinkan que miró a su costado para encontrarse con la figura se un joven de melena negra y pañuelo rojo al cuello. Lo llamaban 17,llego con Sour y desde que lo vio en el refugio de la iglesia,
Daishinkan supo que era un problemático. Tocaba la guitarra mejor de lo que cantaba,pero no fue su voz lo que molesto al predicador, sino la letra de su canción.-¡Jovencito! ¡Esa canción no es apropiada!-le dijo Daishinkan con el rostro más severo que pudo lograr.
-¿Y por qué no?-le preguntó 17-Es común hacerle canciones a personajes como Bills.
-A bandidos y héroes,pero no a alguien que no existe-le replicó Daishinkan.
17 se encogió de hombros y continuo tocando,pero sin cantar.
Dos días después de eso. Evangeline ayudaba a Whiss con su herida que estaba bastante mejor.Él ya podía caminar más erguido,pero le gustaba que ella lo cuidara así que fingía un poco. Los ojos de Evangeline se paseaban por la piel de Whiss y desde el principio él, sabia cual era la pregunta que ella se guardaba por prudencia.
-Sí,me las hizo mi padre-le dijo súbitamente ganándose una mirada de la muchacha-Pero ya no ocurre...
-Lo lamento-le dijo ella y le abotono con cuidado la camisa.
-¿Como están sus heridas?-le preguntó antes que ella se pusiera de pie.
-Mejor-le respondió Evangeline y se quedó sentada en el borde de la cama.
Venia pensando varias cosas desde hace unos días y una de ellas tenía que ver con la propuesta que él le hacia.
-¿Realmente tienes una forma de salir de aquí?-le preguntó en voz baja.
Whiss se inclino hacia la mesa de noche y saco de allí un viejo teléfono celular satélital. Era la segunda vez que Evangeline veía uno de esos en su vida,pero sabia lo que era.
-Conozco a alguien con una avioneta y e estado hablando con él para que aterrice en cierta zona,sin embargo,tiene problemas para conseguir los permisos de vuelo privado por esta area-le explicó Whiss-Una vez los consiga vendrá por mi y por usted,si acepta venir conmigo...
-¿Por qué quieres sacarme de aquí?-le preguntó Evangeline sin entender.
Whiss llevo su mano a la mejilla de la muchacha y le hizo una caricia.
-Porque la amo-le dijo con voz clara, firme y amorosa-Aunque no le guste oírlo,yo soy él único que la ha amado y la ama...
Evangeline se levantó desconcertada y fue hacia la puerta. Salió y vio a Sour bajando la escalera. Él le dio una mirada de furia tremenda y ella le respondió con desdén. Whiss se levantó después de su confesión y salió con la ayuda de un baston hacia la taberna. Tenía ganas de beberse un Whisky en las rocas hace días. Camino hacia allá y vio a Evangeline ir por la calle hacia las afueras del pueblo cuando su madre la interceptó.
-Tu boda es una semana-le dijo Daishinkan-Tu prometida va por su vestido y tu me acompañaras con el sastre...
Quería un Whisky,pero termino en la sastrería tomándose medidas frente a un espejo. No protesto. En cierta forma verla casada con él le hacia ilusión, pero no de esa forma.
Evangeline y su madre fueron en una deligencia (una carreta techada) a "Tierra de oro" por el vestido y otras cosas. La muchacha no protestó tenía muchas ideas en mente y se durmió unas horas. Despertó por un sueño en que ella caía por un barranco para terminar entre unas piedras y unos ojos amarillos, en una sombra oscura la cargaban en brazos para ponerla en un ataúd. Despertó y miró al desierto sin temor por lo que entendió como una premonición.
A pocos Kilómetros de "Tierra de oro" Bills caminaba y se cruzo con una familia de tres personas. El hombre lo saludo jovial. Tenía un peinado bastante particular y él respondió cortes. Volteo a verlos una vez estuvieron lejos,se dio la vuelta y los siguió.
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El evangelio de la destrucción
Fiksi PenggemarLo llaman Bills y nunca sale de un pueblo sin llevarse a alguien en el ataúd,que carga en su espalda. Dicen que la muerte a salido a recolectar las infaustas almas,de los doce miserables pueblos que gobierna el Gran Sacerdote y sus acólitos.