Capítulo 28: Bixi.

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El rayo y la sombra chocaron abruptamente dentro de la arena.


—Nada mal, tus rayos son bastante fuertes Dreyar —dijo un confiado Skyadrum.


—Aun no has visto nada.


Let golpeó el suelo con fuerza, lanzando un rayo hasta su oponente, el mago se ocultó en su sombra, viajando a gran velocidad hasta terminar a espaldas de Let.


—¡Te tengo!


Let detuvo el brazo atacante de su oponente y sonrió ferozmente.


—Tu magia es muy parecida a la suya, pero esto no es nada a su lado —dijo antes de proceder a electrocutar a Skyadrum.


Un enorme chispazo cubrió la arena y los espectadores enloquecieron, los gritos de ovación sacudían el estadio entero. Ignorando todo lo demás, Shen mantenía la guardia arriba frente a aquel hombre.


—¿Qué haces aquí Tsao lan? ¿Te envío Da Xian? —preguntó Shen al tiempo que sus ojos se volvían dorados.


—¿Da Xian? Oh no, si supiera que estoy aquí seguro me mataría. Vine por voluntad propia, quería ver por qué te tomaba tanto regresar.


—¿Tanto te interesa mi regreso?


—La paciencia es una de tus virtudes Jiao tu. Por desgracia no la mía. ¿No has olvidado nuestro trato verdad? Yo te dejaría escapar y a cambio tú me traerías magos poderosos para enfrentar. Odiaría pensar que lo rompiste, eso me haría sentir muy mal.


Shen tragó saliva, las intenciones de Tsao lan eran muy difíciles de adivinar. La duda de si era peligroso o no en estos momentos era peor que si podría detenerlo o no.


—¡Ahí estás! —intervino la voz de cierto pelirosa.


El pulso de Shen se aceleró aún más, si era posible. El encuentro entre Natsu y Tsao lan podría ser desastroso, no sólo para sus planes si no para toda persona en ése lugar, Natsu se acercó al mago con familiaridad y el rostro de Tsao lan se llenó de calidez y una expresión de satisfacción.


—Te hemos estado buscando, es hora de... irnos.


Natsu se quedó mirando un segundo al hombre frente a Shen, la mirada fue correspondida ya que Tsao lan mostró todo su interés en el pelirosa.


—¡Hola! —dijo Natsu. ¿Eres amigo de Shen?


—¿Amigo? Si, soy un viejo amigo —dijo sonriente.


—Ya veo, vamos a festejar el día de hoy. ¿Quieres acompañarnos?


—Oh no, sólo estoy de paso. Me enteré que Shen participaba en el torneo y pensé en pasar a saludar.


—Es una lastima, espero verte de nuevo.


—Claro, así será.


Natsu ofreció su mano al extraño de inmediato, el hombre respondió estrechándola, el ambiente se volvió tenso, casi como si un desastre natural estuviera a punto de ocurrir. Tsao lan se apartó un poco e inclinó su cabeza.


—Si me disculpan. Fue bueno verte otra vez Shen.


El hombre bajó por la escalera dejando la zona de las gradas, Natsu no despegó su mirada hasta que se perdió de la vista.


—Ese sujeto, era aterrador. Podía ocultar por completo su poder pero no su aura, ni su olor. ¿Quién era?


Apenas terminó su pregunta, Shen se desplomó de rodillas en el suelo, temblando y con la respiración acelerada, Natsu se sorprendió al ver al joven en ese estado, aquel sujeto no era alguien normal después de todo.

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