¿Importa? - Shotacon - SasuxSaku

Capítulo 14

CAPÍTULO 14

SAKURA

Yagura era un tipo bajo de estatura a pesar de contar con 18 años bien cumplidos. Su cabello era de color rubio cenizo y sus ojos de una tonalidad violeta. Una cicatriz partía de su ojo izquierdo, recorriendo su mejilla, hasta llegar a su barbilla; ésta debido a su carácter temerario que en más de una ocasión le trajo problemas.

Y a pesar de eso, tiempo atrás me gustaba demasiado. Y ahora, estaba ahí de pie en el ring, sonriéndome como si el tiempo no hubiera pasado nunca. Pero al mismo tiempo la ira brotó de mi interior al recordar nuestra vieja historia.

Yo tenía 16 cuando comenzamos a salir. Era el más pequeño de mi salón pero su valentía lo hicieron imponerse por encima del resto de la clase. Debo mencionar que en ese entonces ambos éramos de la misma estatura. Ahora yo le saco unos 10 centímetros fácilmente.

Nuestro noviazgo fue divertido y hasta cierto punto vigoroso. Estuvimos juntos cerca de medio año, yo lo quería muchísimo pero todo aquello acabó cuando lo encontré en el baño de una fiesta, a la que asistí con unos amigos, follándose salvajemente a Fuu Takigakure. Recuerdo claramente cómo le arrojé la bebida que llevaba en la mano, su cara cuando se percató de que yo estaba ahí fue de asombro total. Sus ojos se veían cristalinos, empañados de sangre. Cómo no. El imbécil se había emborrachado y tal vez se dejó drogar. Después de esa noche lo alejé de mí. Duró un par de meses buscándome pero al final terminó dándose por vencido. Yo jamás lo iba a perdonar.

Precisamente en ese momento la energía que irradiaba Sasuke me sacó de mis pensamientos. Aniquilaba con la mirada a Yagura y antes de que pudiera decir algo más, dio media vuelta y se encaminó hacia las regaderas. Demonios. Se me escapó decirle a Sasuke que Yagura era mi ex y ahora él estaba furioso. ¿Qué demonios pasaría?

SASUKE

Una vez que entré en las regaderas, arrojé mi mochila dentro de mi casillero y casi me arranqué la ropa. Estaba furioso. Sakura se quedó impactada al ver a ese maldito enano. ¿Qué habría pasado entre ellos? Maldita sea. Jamás me habría imaginado que algo así pasaría.

Me coloqué los bóxer y encima los pantalones cortos. Por un momento pensé en colocarme el rashguard, pero opté por pelear con el torso al descubierto. Me embadurné con vaselina, tal vez más que en otras ocasiones. Deslicé las espinilleras por mis piernas; aún me eran obligatorias. Me coloqué un poco más de vaselina sobre el cabello. Vendé mis manos y después me enfundé los guantes de MMA. Me encantaban, eran más ligeros que los de boxeo, llevaban los dedos al aire y era más fácil pelear así. Por último, me puse el protector bucal. No quería salir sin un diente si es que llegaba a descuidarme.

Esta noche me tocaba pelear contra Rock Lee, y si el imbécil de Yagura vencía a Kabuto, pasaría a la siguiente ronda contra mí. Más le valía ganar.

-¡Sasuke!- una voz conocida me despertó de mis maquiavélicos planes. Giré mi rostro y sonreí.

-Kakashi... Hasta que apareces- me acerqué a saludar a mi primo.

Kakashi Hatake era mi primo hermano por parte de mi madre, hermana gemela de la suya. Y a pesar de parecernos físicamente, su cabello le daba un aspecto distinto al de mi familia. Era completamente gris, igual que su padre. Tenía la edad de Obito, pero ya estaba casado. Fue toda una sorpresa su matrimonio hace un año con Tsunade, una mujer mayor que él por 10 años y que alguna vez fue su tutora privada, y al parecer estaba perdidamente enamorado de ella.

Mi primo también fue una de las principales razones por las cuales entré a MMA. Era un excelente peleador y ahora era mi entrenador.

-¿Estás listo? Vas contra Lee- me sonrió.- Espero que no lo lastimes mucho.