Todo comenzó sin ni siquiera pensarlo.
Me sentía completamente sola cuando estaba rodeada de gente, y aún más cuando me encontraba sola en mi habitación.
No quería hablar, ya que pensaba que eso sería desastroso. En mi cabeza, la gente de mi entorno no le tomaría total importancia y simplemente pasarían de ello.
Comencé a tragar cosas que nunca tuve que haber digerido con tanta rapidez. Callarme, y no poder decir lo que pensaba hacía que me sintiera la cosa más minúscula del mundo. Sentía como si estuviera encerrada en cuatro paredes las cuales con el paso del tiempo, al callarme, esas paredes se encerraban cada vez más, haciendo que me ahogue en un pozo sin fondo donde nadie me encontraría.
Ese pozo comenzaba a llenarse, de responsabilidades que ni siquiera eran mías, habladurías de gente que no valía la pena, y además de todo eso, mis responsabilidades, pensamientos y sentimientos, los cuales nadie más que yo los cargaba.
Ahogada entre tantas cosas, mi cabeza comenzó a desbordar, necesitaba una salida.En ese tiempo, todo fue de mal en peor, todo comenzó a desbordarse, y cosas pasaron, decisiones negativas tomé, que al día del hoy siento que no fueron las correctas. Seguía ahogándome y sin poder decir las cosas que pensaba, haciendo que todo se torne oscuro y tedioso.
Fue ahí cuándo me di cuenta que tendría que hacer algo, y no quedarme estancada en un pozo donde cosas sin importancia me sofocaban.