Introducción al Personaje - ¡Despierta Suyan!

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20 de agosto del 19XX, en una cabaña pequeña, pero suficientemente grande, despierta una chica, una "gigante", Suyan.

Sin necesidad de lujos, o comida exquisita, la gente de este pueblo ha logrado vivir en armonía. No hay mucha delincuencia, no hay abusos, lo máximo que encontrarás son algunas malas mañas entre sus habitantes, pero para eso también hay solución.

Ya que hoy se celebra el Takaynakuy, un evento donde todos los vecinos del pueblo arreglan sus diferencias y problemas a puño limpio, claro todo dentro de una fiesta.

Ya que hoy se celebra el Takaynakuy, un evento donde todos los vecinos del pueblo arreglan sus diferencias y problemas a puño limpio, claro todo dentro de una fiesta

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(Información Sobre el takanakuy: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/12/151225_takanakuy_peru_tradicion_golpes_navidad_bm)


La cerveza, la música y el radiante sol dan inicio al evento. La comida esta a cargo de las mujeres, mientras los hombres se encargan de traer la carne.

Todos colaboran, todos dan su grano de arena, hay personajes que sobresaltan, pero nadie más que Suyan, una enorme campesina de 1.80 metros, un peso de 64 kilos, y una vigorosidad envidiable.

Hija única de Don Ricardo y la Doña Raquel, fue como algunos dicen: "Un nacimiento curioso". Ya que la gente de esta parte de la sierra, suele tener de 5 a 10 hijos. Pero hasta donde la gente sabe, esta familia tuvo solo 1 hija, y a la sorprendente edad de 52 y 48 años, respectivamente, un milagro viviente.

¡Por un tiempo a la señora Raquel la apodaron Sarah, haciendo mención a la esposa de Abraham en la Biblia!

Pero a lo que estamos contando esta historia ya Suyan alcanzó la edad de 19 años, toda una señorita, aunque de eso poco podría decirse que tiene. Su lado femenino fue opacado por un hobby que su padre a veces lamenta haber sido cómplice.

Pues al ser la consentida hija única, pensaremos que es una chica engreída y  mimada, pero solo tuvo un capricho en toda su corta vida, "Un televisor". Algo que es caro en estos años y en esta zona, pero no imposible ya que su padre es el alcalde de este pueblo.

Suyan al tenerlo, primeramente revisó los pocos canales que esta televisión sin color y con antena ofrecía.

Las noticias llamaron su atención, pero no lo suficiente. Las novelas captaron su curiosidad, pero solo llegaron a eso. Las caricaturas las entretuvieron mucho, pero tenian un horario único. Entonces vio en la sección de deportes, que justo en ese momento en la que ella estaba frente al televisor, estaban peleando dos mujeres por el titulo de peso medio en lucha libre.

Ver los movimientos, las técnicas, el sudor, esfuerzo, luces. Prácticamente se enamoró.
Hasta el día de hoy no solo ha practicado su técnica, también ha estado haciendo ejercicios en sus ratos libres. La comida nutritiva y muy proteica de la sierra a base de maíz y cereales. Le ayudaron en su crecimiento muscular.

Todos estos factores, que son un regalo divino para alguien que tiene este curioso gusto por las peleas.

Sin embargo la suerte a veces es buena y mala al mismo tiempo. Ya que desde su infancia siempre buscó con quien practicar, sin embargo nadie compartía su interés por los combates, y en los pocos pero justificados duelos ya sea por defender a alguien o porque alguien era lo suficientemente tonto para aceptar el desafío, terminaba en una aplastante victoria por parte de nuestra protagonista, en donde la diferencia era abismal, tanto en fuerza como en tamaño.

Las victorias eran tan sencillas, a tal punto, de que en estas festividades de takaynakuy. Donde ella siempre se inscribe en combate tanto de hombres como de mujeres. Nadie nunca acepta su reto.

Siempre se para todos los meses en la arena durante sus 5 a 10 minutos al momento de que le toca su turno, esperando algún valiente que acepte el reto de enfrentarla sea el motivo que quiera. Pero nadie, ni los ronderos, ni los más musculosos hombres, ni si quiera los borrachos más borrachos, se atreven a plantarle cara a esta mujer.

Su padre ofreció premios. Víveres, ganado, incluso terrenos a quien la pueda enfrentar.
Sería como decir: "¿Quién se atreve a entrar a la boca del león?. Al principio fue si le ganaban, luego si resistían 5 minutos, 1 minuto y así.

Los jóvenes que crecieron con ella, saben de lo que es capaz, uno de sus golpes no es un simple moretón. Esta mujer a veces no controla su propia fuerza y varias veces su padre tuvo llamadas de atención de los padres de los niños que jugaron bruscamente con ella y terminarón con la nariz rota o algún que otro moretón.

Suyán tuvo que aprender a medir su fuerza por consejos de sus padres, controlarse, limitarse.

Ya a este punto ella solo usaba su fuerza si alguien estaba dispuesto a hacerle frente, pero como siempre, otro mes sin que un valiente se pare frente a ella. Entonces luego regresa a su casa, esto ya es común para ella, pero igual quiere intentarlo siempre.


 Todo esto es rutinario, y lo rutinario aburre. Así que, el picor de esta historia llegará muy pronto.

SuyanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora