En la calle de Lambeth street, nombre bastante raro para una calle, pero ese no es el tema, en la casa número 14 de esa calle vivía la familia Smith, una familia que todos consideraban perfecta, pues, si tú mismo los veías claramente lo dirías.
Adentrándonos en la casa la familia estaba en la sala, lujosa, claramente, como todo lo que tenía esa familia.
La madre, Alice Smith, si se lo preguntan, de soltera Jhonson, estaba sentada en el sofá con su lujoso, carísimo y hermoso vestido, seguramente costaría más que todo el dinero que gana tu familia en 1 año, era negro, con algunos brillos y este vestido quedaba aún mejor con su collar de perlas, que seguro que costaba la mitad de la casa en la que vivían, el collar estaba pegado a su cuello, que parecía que la ahogaba, pero a ella esto no le afectaba, más bien, le gustaba. Su maquillaje tapaba sus 35 años de edad, su corrector le quitaba cualquier imperfección, sus labios teñidos de rojo, su sutil colorete, su delineado perfecto, ni muy largo ni muy corto y sus sombras de ojos ta,bien negras, en pocas palabras estaba hermosa, ya dicho muchas veces y mas la resaltaba su cabello rubio y sus ojos miel.
Sentado en el otro lado del sofá estaba el señor John Smith, iba muy elegante, con un traje negro, haciendo juego con el vestido de su esposa, sus cabello pelirrojos estaban muy bien peinados hacia un lado, y sus ojos café eran pequeños pero muy expresivos, estaba viendo la televisión junto a su esposa.
Tirado en el suelo, el mayor de los únicos dos hijos, Mark Smith, vestido con el mismo traje que su papá, él salió igualito al padre, con mismo color de cabello y ojos, con diferencia de que este tenía unas hermosas pecas, que le resaltaban bastante.
Después estaba...yo, Amelia, Amelia Smith, igual a mi madre pero con las pecas de mi hermano, pero ese no es el tema, y si te preguntas, que hacemos todos juntos, pues, esperando a una visita de un gran empresario, pues, el dinero no llueve de los árboles, era por temas de dinero, iban a hacer un trato para ganar más dinero, algo que a mi no me interesaba, pues yo ya estaba a gusto así.—Mamá, esto es tema de papá y usted, podemos venir solo para la foto?
Pregunté
—No lo había pensando...A ver, ir a vuestras habitaciones y os llamo para la foto, si alguno no viene ya sabe lo que tiene.
Dijo Alice en un tono frío, así era siempre, despreciaba a su familia desde que yo nací, así que ya no me daba miedo, solo que llegara a tirarme alguna botella, pero nada más.
Me dirigí a mi habitación, me tire en la cama y empecé a ver el móvil, mi amiga me había mandando bastantes mensajes, me preguntaba si estaba bien, ella era la única que sabía la verdad de todo.
Después de un rato hablando me llamaron, me imaginaba que era para la foto. Fui con mucha rapidez tal y como mi hermano y nos tomamos unas cuantas fotos, pues ese empresario era muy famoso, tal y como nosotros.—Sonríe más...
Dijo mi madre entre dientes a mi hermano, el asintió y dió su mejor sonrisa.
Después de eso y que nos aseguráramos de que todos se fueran, me senté en el comedor, para comer algo, mientras que mi hermano tomaba una caja de cigarrillos de la despensa, que tenía allí escondidas, y mi madre, buscando en uno de los armarios, encontró varios tipos de alcohol, whisky, vodka, cerveza, tequila, como no muy extraño las tomo todas y se fue a beber al salón, hasta allí todo normal, mi hermano se fue a fumar marihuana, y yo, me quede en el comedor.
Estuve unas horas allí, mi madre ya había caído inconsciente por beber tanto, mire hacia mi padre, había traído a una mujer muy sexy vestida, liberando mucha Carne; me quede mirando extrañada, a ella nunca la había visto.
Mi padre se acercó a mi con ella de la mano.—Le dices algo de esto a tu madre y no amaneces viva.
Me amenazó sacando una navaja de su bolsillo acercándomela al cuello.
—E-esta bien, pero aleja esa cosa de mi
El sonrió junto con su seguramente puta y se fue a su habitación, los seguí, pues quería asegurarme que era una puta, mire tras el cerrucho de la puerta y...Si, no quería seguir viendo, también porque el olor a marihuana venia del cuarto de al lado, fui corriendo a la sala e intenté despertar a mi madre, sin gritos, pues quizá mi padre lo escucharía.
—Mamá, por favor, despiértate, papá está con una puta...
Dije, aunque no nos amáramos debía saber la verdad. Ella no despertaba, di mis intentos como inútiles y me dirigí Ami habitación entre lágrimas, cerré de un portazo y agarre el móvil 'para llamar a mi amiga.
—Lily...Esto es una mierda...
—Tu madre ha vuelto a emborracharse?
—No es eso...Le conté toda la historia, ella se quedó literalmente sin palabras, me dijo, que mañana en la escuela ya hablaríamos más a fondo y a ver qué hacer.
—Gracias por escucharme...
—Mo hay de que, buenas noches...Después de eso, fui a dormir...