La señora Wilma, ama de llaves de la hacienda Green, trago saliva cuando atendió la puerta.
-buenas tardes- dijo un caballero de lentes oscuros, y alto que había tocado a la misma.
-buenas tardes- alcanzó a decir la mujer con voz temblorosa.
Él imponente hombre ante ella iba ataviado con un elegante traje todo negro, de corte italiano, él hombre era no solo increíblemente alto, probablemente media uno noventa y cinco, si no es que más, tenia los cabellos negros, y los lentes oscuros no dejaban ver sus ojos, pero la mandíbula angular y los pómulos le dijeron que se trataba de un hombre muy grupo.
-¿le puedo ayudar en algo?- pregunto titubeando la anciana, mientras se inclino un poco para ver que él hombre llegó a al hacienda acompañado de dos camionetas negras, con lo vidrio polarizados, impidiendo ver a sus ocupantes.
El relincho de un caballo llamo la atención del hombre, lo cual hizo que se fijase en los corrales de los potros a escasos metros de la entrada de la hacienda, sin embargo, regreso rápidamente la mirada a la regordeta mujer, - soy Latis Stonne ..., vengo a ver al señor Green o al señor Stonne-
Los colores regresaron al semblante de la mujer, quien dibujo una cálida sonrisa, - por supuesto joven, pase por favor, lo están esperando en el estudio-
Latis caminó por el amplío corredor, la casa grande de la hacienda de Ascott Green, el socio de su hermano Zagato, era muy hermosa e iluminada, con amplios ventanales que daban a los jardines y cuadras de caballos, pero la premura que llevaba a Latis a ese lugar no le dejada tiempo para apreciar lo que había a fuera de esas paredes, aun que cuando llegó lo único que le llamo la atención fue la figura junto al potro en los corrales.
-Latis, hermano, que gusto verte- dijo Zagato el hermano mayor de Latis, ambos hombres se dieron un fuerte abrazo, tenían mucho tiempo de no verse, y eran hombres muy serios, e inexpresivos por naturaleza, pero aun así al verlos juntos era fácil ver el amor que se tenían.
-Zagato..., no sabes el condenado gusto que me da verte-
-solo me hubiese gustado que fuese en otras circunstancias- repuso el aludido.
-no importa que sea lo que ocurra, sabes que cuentas conmigo para cavar los hoyos- el comentario pudiera no tener lógica para los demás pero para ellos significaba mucho, su madre solía decirles "que la verdadera familia y los verdaderos amigos siempre están ahí para ayudarte a cavar los hoyos par enterrar los cadáveres", aplicaba a muchas situaciones, como cuando murieron sus padres en un atentado de bomba, solo Ráfaga y Águila estuvieron ahí, para ayudarlos a buscar a los culpables y "hacer justicia".
-si no fuera importante no te lo pediría- los ojos de Zagato demostraban desesperación un sentimiento que Latis no había visto nunca en la mirada de su hermano, nisiquiera en los momentos mas oscuros de su vida.
-no tienes que darme explicaciones, no las necesito, estoy para ayudarte y como prueba de ellos, aquí tienes la información que he reunido hasta ahora-
Latis le entregó a su hermano una carpeta y una memoria USB, - esta es la información que me dio Águila- luego le entrego un sobre cerrado- pero para esta tendrás que ir personalmente, tu tienes más probabilidad de conseguir lo que realmente quieres-
Zagato estudio unos minutos los documentos que le entrego su hermano, en su mirada se podía apreciar como absorbía toda la información hasta el más mínimo detalle, - tienes razón..., es mejor que yo vaya a El Salvador, tengo más contactos que tú y Águila en Centro y Sur América-
-eso pensé- Latis estaba parado de espaldas a su hermano, viendo por la ventana de una manera despreocupada, esperando a que Zagato estudiara todo lo que le había entregado.
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Yo Compro a esa Mujer (4ª Historia de la serie Las Inalcanzables)(en edición)
FanfictionLucy es la organizadora de una subasta, sus problemas comienzan cuando ella se ve obligada a substituir a una de la voluntarias, Latis no dejara pasar la oportunidad, y puja por ella. historia 3 de la serie "Las Inalcanzables". Esta es una historia...