Capítulo 30: Más sorpresas.

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Narra Harry. 

Me desperté con el despertador que puse en mi móvil para no llegar tarde al vuelo de Ade, pero lo puse antes para despertarle yo a ella.

Me levanté con cuidado y bajé a preparar el desayuno. Un café y una tostada con mantequilla y mermelada para ella. No me gusta que desayune tan poco, pero bueno. Subí de nuevo y la encontré aun durmiendo. Anoche nos dormimos tarde.

Después de terminar la primera ronda mi pequeña insaciable pidió más. No me iba a negar. No la voy a ver durante una semana. Como si le tengo que dejar agujetas en la ingle para que se acuerde de mí.

Observé su piel, era perfecta, lisa y con algunas pecas a ambos lados de su cara y por su mejilla ligeramente rosada. Es tan preciosa. He tenido tanta suerte.

Desayunamos tranquilos entre caricias y nos preparamos para irnos. El vuelo sale a las 10 en punto, a las 9 teníamos que estar allí. 

Nos dimos una ducha rápida juntos y nos vestimos. Volvió a coger una de mis camisetas y yo se la di encantado.

- Las llevo todas en la maleta, voy a ir todos los días con ellas. – Decía orgullosa.

- Me alegra escuchar eso, nena.

Con dificultad acabamos de hacer todo y nos teníamos que ir.

- Tengo que subir en 5 minutos Harry. – Dijo con media sonrisa apenada.

- Te quiero, te quiero, te quiero. – Era lo único que me había limitado a decir en los últimos 10 minutos mientras ella reía.

- Quítate el colgante. – Le hice caso sin rechistar y lo abrí, ella se quitó el único anillo que siempre llevaba puesto y nunca se quitaba. Pasó la cadena por él y este chocó con el avioncito que llevaba anteriormente. – A la vuelta me lo das, ¿vale?

- Ahora tienes que volver si o si. – Dije abrazándola.

- Iba a volver por ti de todas formas, tonto. No pienso dejarte aquí, ¿vale? Te quiero demasiado.

Nos dijimos unas cuantas veces más cuanto nos queríamos y la vi irse por el cristal del aeropuerto. No voy a negar que una lágrima o más de una cayeron por mi mejilla cuando vi que el avión despegó. Pero pensé en que volvería en una semana y me armé de valor y esperanza de nuevo acariciando su anillo y besándolo. “Te amo, Ade” susurré en voz baja aun mirando como el avión desaparecía.

Esto va a ser difícil, es solo una semana de mierda, no es nada, pero por la diferencia horaria vamos a hablar menos de lo que yo quisiera.

Narra Adelia.

Me costó horrores dejar a Harry en el aeropuerto. Pero cuando antes me vaya, antes volveré.

Tengo ganas de ver a mi gente, por supuesto. Nunca diría lo contrario, pero ellos ahora también forman parte de mi.

No había avisado a nadie de que volvía excepto a mi madre, que fue a recogerme al aeropuerto. Bajé del avión una vez más y fui a por mis maletas. La vi a lo lejos sentada en unas sillas y fui corriendo. Cuando me vio se levantó rápida y recibió mi abrazo con gusto.

- ¿Qué tal el viaje?

- Demasiado largo.

- Exagerada a más no poder, de verdad…

- Han sido difíciles las despedidas, por eso mi vuelo ha sido largo.

- ¿Tenemos que hablar? – Miré hacia otra parte, sé por dónde va.

Extrañas coincidencias (Harry Styles) Terminada/Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora