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Jin es un hombre de unos 24 años, solitario, tímido, muy atractivo pero con pocos amigos y para desgracia de él: soltero. Él se encuentra con un extraño hombre un día que caminaba por la calle distraído sin pensar en nada, solo en sus preocupaciones mentales y sus deberes académicos.

De repente, choca con un hombre alto, corpulento, de vestimenta sencilla pero elegante, que llama su atención. Jin se queja del dolor que le ocasiona tal choque, así que voltea para vislumbrar al culpable, aunque debe admitir que iba descuidado y distraído sin ver por dónde iba...

El chico porta unas gafas sencillas, de color negro que le sientan muy bien con sus ojos amables y su cabello peinado hacia un lado. "Kim N." muestra una etiqueta en su ropa. El desconocido simplemente se disculpa y sigue su camino.

A pesar de haber sido tan solo un momento, Jin queda flechado por la presencia y figura de ese hombre que nunca había visto en su vida. Cosa que tampoco le había pasado antes, Jin siempre pensó que enamorarse de una persona era todo un proceso largo y complicado que llevaba mucho tiempo en realizarse. Sin embargo, ahí lo tenemos en medio de la calle que lleva al parque, sorprendido por este nuevo sentimiento tan repentino, y todo por un desconocido.

Dicho joven simplemente siguió caminando en dirección al parque, mientras paseaba a un perrito blanco de tamaño mediano, de cabello suave y esponjado. "¡Hasta su perrito es hermoso!" pensó Jin, mientras lo veía alejarse, lejos de él, lejos de siquiera saber su nombre completo. Jin siempre se consideró desafortunado en el amor...

Con ese pensamiento en mente, Jin se armó de un valor que no había sentido antes en su vida. Por lo que decidió seguir al chico desconocido, por lo menos un poco más antes de que oscureciera, solo quería verlo un momento más.

Dispuesto a realizar eso y tratando de olvidar sus deberes, comenzó a caminar en la misma dirección de donde se había alejado momentos antes. Sin embargo, un sonido molesto interrumpió su cometido... Era su madre, llamándolo como todos los días. En ese instante, Jin deseo con todas sus fuerzas ser un adulto independiente y dejar de vivir con sus padres, tener un trabajo y poder salir con chicos lindos como el que había conocido hace unos momentos.

Sin embargo, justificándose, se dio cuenta de que en efecto pronto anochecería, hacía frío y sería peligroso armarse de valor y seguir a un chico que no conoce. Por lo que, después de suspirar, lleno de tristeza y resignación, decidió retornar a casa...

...

Una vez terminados los deberes de su hogar y sus tareas de la universidad. Jin decidió por fin tomar un baño relajante e irse a la cama. Después de ponerse su pijama favorita, de color rosa, mientras abrazaba uno de sus peluches, observando el techo de su habitación, comenzó a recordar aquel chico alto y fornido que conoció cerca del parque. Para él, le parecía un hombre tan lindo y tierno con esos lentes de pasta ancha, paseando felizmente a su perrito después de salir de trabajar. Jin fantaseaba con que ese tal señor "Kim" (esperando que no fuera su pariente, debido a que era su mismo apellido). Se imaginaba que era un hombre responsable y que sería un excelente prospecto. Sus mejillas se tornaban rojas y se sentían calientes, incluso sus orejas, de solo la idea de pensar en por fin encontrar a la persona indicada, a quien le cocinaría sus platillos favoritos y que juntos podrían ir al parque a pasear a ese hermoso perrito blanco, tomados de la mano, contemplando el paisaje, sintiendo la brisa ligera y fresca que traen consigo los árboles cerca del río...

Con esos pensamientos en mente, Jin se quedó dormido y se sintió feliz. Aunque una lágrima rodó por sus mejillas, al reconocer que tal vez no volvería a ver a ese hombre tan especial que apenas acababa de conocer pero que había despertado en él, fuertes deseos e ideales.

(Oneshot)El hombre del sueño (Namjin +18)Where stories live. Discover now