—Lo sabía... Qué mala suerte... —murmuró él, decepcionado, al ver las orejas de gato sobre salir por encima del pelo de la chica.
—¿Qué mala suerte de qué, idiota? —preguntó ella, mientras daba saltos para intentar quitarle su gorro que estaba sosteniendo en el aire—. ¿Y por qué haces como si nada?
—A mí me pasa lo mismo —dijo él, quitándose su gorro y dejando al aire unas orejas de gato negras. (TN) se quedó boquiabierta. ¿Había más como ella? Al resto de ese grupo también debía pasarles lo mismo. Sus sospechas eran ciertas—. Se supone que hay un chico y una chica de cada. Y se supone que tienen que ser pareja y te aseguro que no tengo intenciones de tener una novia o lo que sea. Esperaba no encontrarte nunca.
—¿Y te crees que yo quiero estar con alguien? —gruñó ella, frunciendo el ceño—. Dame mi gorro y déjame tranquila.
—Ni si quiera desprendes hormonas que me atraigan lo más mínimo, y estamos en primavera —comentó, mirándola con expresión seria.
—He dicho que me dejes —repitió ella. El chico le dio su gorro y se lo puso rápidamente. Caminó hacia la puerta, pero se giró antes de salir—. Es porque me tomo unas pastillas que me han preparado mis padres.
—¿Unas pastillas? —pregunto él.
—Sí. Son científicos y me han preparado unas para que los efectos del celo sean lo más mínimos posible —contestó ella—. Adiós.
Law se quedó allí parado, pensativo. Esas pastillas serían de gran utilidad, sobre todo para Hancock. Él era un gato macho y estaba preparado para aparearse todo el año, pero si había encontrado a su chica y tomaba esas pastillas... Todo era más sencillo. Era más fácil resistirse y pensar con su racionalidad de humano. De lo contrario, hubiera sido un problema. Salió de la clase y se fue al patio a buscar a sus compañeros.
—¡Eh, Law! —exclamó Ace, al verle llegar. Le preguntó cuándo estuvo lo suficientemente cerca—. ¿Qué tal ha ido? ¿Es una de los nuestros?
—Sí —contestó Law, mientras se sentaba a su lado.
—¿Es mi pareja? ¿Por fin la hemos encontrado? —preguntó Sanji, emocionado. ¿Qué más le daba a él? ¡Si intentaba acercarse a cualquier hembra humana con la que se cruzaba!
—No —gruñó Law, frunciendo el ceño. Su compañero Kid empezó a reírse escandalosamente.
—¿Es la tuya, verdad? —preguntó, con un tono de burla. El pelinegro se quedó en silencio—. Así que Law por fin ha encontrado a su amada gatita.
—Cállate, idiota —se quejó él. Kid era un lobo. Se supone que normalmente eran dóciles y no buscaban el conflicto si no era necesario, pero la estúpida personalidad del pelirrojo resistía a su espíritu animal.
—Genial, una chica en la que puedo confiar y que no se acercará a Luffy —comentó Hancock, emocionada. Era una conejita muy territorial cuando se trataba de lo suyo. El otro no se enteraba de nada.
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Neko Neko Life «Law x Lectora»
Fanfic(TN) siempre había tenido una vida normal, sin contar que sus padres debían viajar mucho por su trabajo y le toca pasar largas temporadas con su tío. Sin embargo, a sus diez años, una mañana se despertó con orejas y cola de gato. ¡Incluso sus colmil...