Mi cara estaba cubierta de sangre. Mientras miraba la luna azul apartada totalmente de las nubes. Mis ojos perdían su brillo natural y mi aliento disminuía lentamente. Las nubes empiezan a moverse rápido opacando así el brillo de la luna. Todo se torna oscuro y mi mente divaga con imágenes sin movimiento alguno... sólo imágenes que muestran mi pasado. Las personas que más quise sonríen en cada imagen. Alguien que no conozco también sonríe, no logro distinguir quien es, pero mis últimos recuerdos son de esa persona, sin embargo, en su sonrisa un misterio se escondía.Llega la camarera con el desayuno, el sol mañanero golpea mi rostro a través de la ventana del restaurante donde estoy con ella. Mi novia, Edna, siempre sonriente. La conozco desde niño. Apasionada de sus estudios. Me miró a los ojos con mucha intriga y dijo "hoy es el gran día amor". 14 de febrero, ¿Qué mas puedo decir? Me entregó su virginidad y yo le entregué la mía. No fue suficiente.
Ella se levantó de la cama, se agachó para buscar algo debajo de la cama. Intenté ver desde el otro lado de la cama qué es lo que ella buscaba pero ya ella estaba de pies. Apenas volteo a verla y como toda una jugadora de béisbol bateó mi cabeza.
"¡Despierta!", dijo. "Me duele la cabeza" fue lo único que dije antes de darme cuenta que estaba atado y desnudo en algún lugar, siendo iluminado por la luna. Su cuchillo estaba tan afilado que sólo su propio peso podía abrir una herida en mi piel. La frenética me arrebataba la piel poco a poco hasta perder la piel de mis brazos y la mayor parte de mi pecho. Lo último que recuerdo es sentir el frío de su cuchillo en mi frente quitar todo el cuero cabelludo. La sangre recorría toda mi cara. En mis ojos dejó de distinguirse el color blanco. Lo vi todo. Cada vez que estaba a punto de desmayar, me inyectaba adrenalina para ver mis reacciones y burlarse de mis insultos.
Me besó vistiendo mi rostro y dijo: "fue divertido mientras duró, cariño... mientras duró la adrenalina" seguido de una tremenda carcajada. Se dio la vuelta y se marchó.