14. Éxtasis.

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Pain & pleasure— Back Atlass





—¿Qué haces Christopher? —se removió con rudeza—, ¡Suéltame!

No lo hice, ella jodidamente iba a ser mía y le iba a encantar. Ignoré su forcejeo, comencé a besar su cuello y ella gimió cuando mordí fuertemente ese punto. De un movimiento rápido la coloqué sobre mi hombro mientras ella pataleaba y golpeaba mi espalda para que la soltara.

La llevé a mi habitación y antes de soltarla sobre la cama busqué una de mis corbatas que jamás utilicé, después de tenerla en mis manos caminé hacia la cama colocándola sobre ella mientras yo estaba a horcajadas, tomé sus manos y las até al respaldar de la cama con cuidado de no lastimarla.

»¡Christopher suéltame ya mismo!

Negué con una sonrisa, joder, me incorporé en el suelo para poder verla, mi erección hizo acto de presencia. Se veía deliciosa y solo para mí.

—Te prometo que te va a gustar, ángel —sonaba como un loco pero no podía dejar de verla, de apreciar lo apetecible que lucía atada a mi cama.

Volví colocarme sobre ella que no dejaba de removerse, tenía que calmarla así que de nuevo besé su cuello mordiendo y dejando marcas.

»Joder, hueles muy rico.

Lamí su cuello hasta su barbilla, luego sin que ella lo esperara busqué sus labios, al principio no siguió el beso hasta que mi lengua se adentró buscando la suya, gimió y se rindió ante el beso devolviéndolo ahora con ansias. Mordisqueé su labio inferior y ambos jadeamos.

—Chris...

Nos separamos para respirar pero yo no pude resistirme así que abrí sus piernas metiéndome entre ellas rozando nuestros puntos, mientras mi boca se entretenía con su dulce piel. Gruñí cuando mi dura erección chocó contra su feminidad que sólo estaba cubierta por una pequeña braga.

Paseé mi mano por todo su cuerpo bajando suavemente hasta llegar a sus bragas, hice a un lado la tela y comencé a acariciarla, Eva gritó cuando mi dedo índice se adentro despacio en ella. Joder, cerré los ojos, ella estaba tan jodidamente estrecha, sentía que me correría en cualquier segundo.

Con mi mano libre subí su camisa dejando a mi vista sus redondos senos y esos pezones rosas erguidos y duros. Eva intentó mover sus manos con desesperación en cuanto aceleré las embestidas de mi dedo, no me atrevía a adentrar otro.

Jadeé cuando sus paredes me apretaron, mierda.

Volví a besarla pero esta vez con salvajismo, estaba completamente duro.

—Joder preciosa...

No aguanté más, con una sola mano quité mis pantalones junto con el bóxer, quedando únicamente con la camisa.

Eva abrió sus ojos en cuanto me observó arrastrando mi mano por mi pene, cerré mis ojos gruñendo.

Aún entre sus piernas saqué mi dedo de su interior y ella gimió, tomé sus caderas acercándome a ella rápidamente y presionándome contra su centro.

—¡Ah!

Mierda...

»Chris... de...desátame —logró decir entre jadeos. No, todavía no podía.

La miré a los ojos por unos segundos.

—Te amo —dije antes de hacer nuevamente a un lado la tela de sus bragas y adentrarme en ella lentamente para no lastimarla. Evie cerró sus ojos con fuerza y apretó los puños mientras yo aferraba su cadera con más intensidad.

Peligrosa ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora