El rostro de Kim Taehyung.
¿Podría usted decirnos en qué está pensando, Min? —inquirió de pronto el profesor Kim SeokJin. La brusca interpelación sacó a Yoongi de sus meditaciones. Por unos momentos se olvidó de los misterios del palazzo Kim.
—He perdido la atención por un instante, señor profesor —se excusó el veneciano.
—¿Por un instante? —ironizó SeokJin, elevando las cejas—. Lleva usted toda la mañana con cara de estar en otra parte. No me obligue a preguntarle de qué he estado hablando. Estamos en la universidad, no en una escuela de aprendices.
—No volverá a ocurrir, profesor. Doy mi palabra.
Todos se habían vuelto a mirarlo, Yoongi ocupaba uno de los últimos bancos del aula. Recompuso su modo de sentarse y adoptó una actitud atenta y concentrada.
SeokJin prosiguió con sus explicaciones. De vez en cuando dirigía inquisitivas miradas a Yoongi. El veneciano guardaba las apariencias, pero interiormente seguía reflexionando.
Aquella mañana, al levantarse tras un sueño agitado, había observado detenidamente la cornisa que había debajo de su ventana. Era prolongación casi perfecta de una de las del palazzo. Sin apenas riesgo, avanzando por ella, podría introducirse en la mansión Kim. Sólo le restaba decidir si hacerlo o no. Y no cesaba de darle vueltas al dilema con el que tenía que enfrentarse.
Al finalizar las clases de la mañana, Jimin se acercó a Yoongi.
—¿Aún sigues interesado por la historia del palazzo?
—Más o menos — repuso él, no queriendo parecer obsesionado.
—Esta mañana he hablado con mi padre. Me ha contado algunas cosas muy interesantes que yo no sabía.
—¿Ah, sí? —exclamó Yoongi.
—¿Quieres conocerlo? —preguntó Jimin, ambiguo.
—¿Te parece necesario?
—No me refiero a mi padre.
—¿A quién, entonces?
—A él, a Kim Taehyung.
—¡Qué dices! —protestó el joven, como si hubiera oído un disparate.
—Ven conmigo —dijo Jimin, misterioso.
Salieron juntos de la universidad. Caminaban muy deprisa. Yoongi empezó a comprender la razón de la celeridad cuando entraron en una galería. Allí había multitud de cuadros que ocupaban todos los muros, hasta el techo. Muchas de las pinturas eran retratos.
—Taehyung posó para varios pintores de su tiempo. Adivina quién es él; está aquí, mirándonos.
Muchas caras los estaban mirando desde los cuadros: caballeros de severo porte, cardenales y obispos, graves dignatarios. Había también muchos retratos femeninos.
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datsuzoko. yoonmin
Fanfictiondatsuzoko; un escape de la rutina diria. Min Yoongi llegó a Seoul en 1792, desde Venecia. En esa época la universidad de Seoul alcanzó su máximo esplendor. En la Edad Media las universidades eran centros abiertos formativos a los que acudían los est...