Twenty Two.

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Abrí mis ojos lentamente y una luz blanca chocó con mis ojos haciéndome levantar mi mano para cubrirlos.
Sentí la presión del oxímetro en mi dedo indice y un pinchazo en la parte de arriba de mi mano indicando que tenía una aguja allí metida, también podía sentir al holter pegado a lo largo de mi pecho, lo cual era muy incómodo.

Volví a abrir mis ojos esta vez sin mi mano y comencé a mirar mi entorno. Vi algunas maquinas médicas a mi alrededor, tomándome por sorpresa mi amigo Jack Avery estaba sentado en el sofá, tenía la mirada perdida y parecía confundido. A los pies de la cama vi a Steph hablándole muy bajo a Corbyn.

El rubio se giró por accidente y al verme mirándolo expandió los ojos.

-Bonita-se acercó rápido-¿cómo estás?-preguntó acariciando mi brazo.

-Algo mareada-sujeté mi cabeza-¿cómo llegué aquí?-miré a Steph y luego a Jack el cual se asomó detrás de Corbyn-¿tú que haces aquí?

Jack negó restandole importancia a la explicación que pudiera darme.

-Nos llamaste ¿puedes recordarlo?-preguntó Steph, negué levemente.

-Son recuerdos leves-contesté sin mirar a ninguno-veo algunas cosas claras pero otras parecen borrosas-Corbyn asintió.

-Está bien linda, dijeron que sería normal-me sonrió-te desmayaste, tuviste un ataque de claustrofobia y luego se transformar en uno de pánico, y no salió bien-asentí.

La cánula nasal se sentía incómoda en mi nariz y me daba algo de cosquilleo.

-No Zoe-Steph detuvo mis manos-no te lo quites.

-Cuando llegamos apenas podías respirar y te pusieron eso.

-¿cuanto estuve dormida?

-Un par de horas-asentí.

-¿Daniel está aquí?-los chicos se miraron entre si-¿y porque Zach no está?

-Están afuera-contestó Jack.

Escuchar su voz luego de unas cuantas semanas era bastante tranquilizador para mi, aunque no lo demostrábamos a menudo teníamos una hermosa relación y hasta lo consideraba mi mejor amigo, luego de Zach.

-No podemos dejarlos entrar-miré a Corbyn extrañada.

-¿porque no? quiero verlos-me quejé comenzando a alterarme.

-tranquila, princesita-Jack se interpuso entre Corbyn y yo y me miró sonriente-no puedes alterarte ¿sí?-asentí-por eso no pueden entrar, Zach no está utilizando su sentido de la razón y está algo alterado, y sabes que ver a Daniel o Jonah no te ayudará a calmarte.

-¿los tres están allí?-asintieron y yo suspiré.

-¿podrían salir?-preguntó Jack-me gustaría estar un poco con ella-asintieron.

-Iré a decirle a los chicos-Steph se alejó yendo hacia la puerta.

-Yo llamaré a los Seavey-asentimos y Corbyn salió.

-No nos vemos por un par de semanas y cuando vuelvo estas en el hospital-reímos.

Jack se sentó en la cama, junto a mi y comenzó a acariciar mi mano mirándome con detenimiento, como si quisiera descifrar todo con solo una mirada.

-¿Porque no me llamaste?

-Porque no estabas-contesté obvia y él negó.

-No me refiero a hoy, me refiero a estos días-me miró algo angustiado-creí que todo estaba bien aquí y al volver me encuentro con todo lo contrario, Corbyn se alejó de todos por estar con Jonah, Zach siempre está enojado y en contaste peleas con todos, Daniel hace cosas estúpidas y la perjudicada eres tu-negó-no es justo-me encogí de hombros.

•Don't stop loving me•  3°《Daniel Seavey & Jonah Marais》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora