Hipócrita -Jaidefinichon Goth ⚠ {Besdoc/JaiNico } Cancelada

Prólogo

Mi nombre es Pedro pero me dicen Doc, soy un estudiante de tercero medio. Durante toda mi vida,he sido invisible para las demás personas.Nunca he tenido amigos y quienes intentaban entablar una conversación, ante mi actitud fría e indiferente,se alejaban de mi.Eso no me  interesaba mucho, prefería estar solo. Pero aquel chico fue el único quien llamó mi atención, cambiando aquel deseo de estar siempre solo por la vida, ahora veía mi futuro a su lado.
Todo sucedió cuando lo vi correr por la pista en las clases de educación física.Era el más rápido, sobrepasaba a los demás sin esfuerzo alguno.Cuando paso al lado mio, vi como me regalaba una sonrisa, la más hermosa que había visto, provocó que volviera a ver color en el mundo.El joven terminó cruzando  primero la meta.
Su nombre era Edgar. Era el popular del salón, hasta se podría decir que del liceo en el que estábamos,había llegado solo este año pero rápidamente llamó la atención de todos.Las chicas iban detras de el locamente enamoradas.Se volvió el más rápido en las corridas, siendo la envidia y el ejemplo a seguir de varios jóvenes, incluso el favorito de los profesores.
Cada día podía ver como me enamoraba más y más de el.Su hermosa sonrisa, su amabilidad y ternura me encantaban.Aquellos  rulos castaños que caían en su frente, especialmente cuando terminaba de realizar ejercicio y quedaba empapado con sudor.

Me la pase todo una noche pensando en confesarme.Debia hacerlo, pero sentía miedo a que después me odiaría.Antes había visto chicas que se dignaron a hacerlo, fueron rechazadas por el joven de la mejor forma, lloraron en sus brazos.Pero en mi caso, era un hombre, ¿como reaccionará?.
Aún así, ahora me encontraba frente a el. Estábamos a solas en el salón, ya que era la hora de salida. Sentía como mi corazón latía rápidamente, mis mejillas ardían. No había pronunciado ninguna palabra en todo este tiempo en que nos habiamos  juntado. El Edgar me observaba nervioso.

-¿Sucede algo? - preguntó incomodo al romper el silencio en el que se encontraban.

-L-lo que sucede... - mis palabras salían entrecortadas, estaba muy nervioso. Al final, inhale un poco de aire para pronunciar rápidamente mis sentimientos-...¡M-Me gustas!-como un cobarde baje mi mirada al pisó.
El ambiente se volvió tensa.Ninguno de los  pronunció alguna palabra, el silencio se apoderó del lugar, provocando que empezará a sentirme cada vez más incomodo e impaciente a la espera de una respuesta ante mi confesión.Escuché una fuerte risa, que rompió todo pensamiento. Al subir mi mirada, me encontré con el rostro burlesco del joven que tanto amaba.

-¡Eres un puto maricon!

Las palabras resonaron dentro de mí cabeza como fuertes tambores simulando un sonido intenso.

-¿Q-Que...? - la voz no me salía, mi garganta se sintió apretada.

Aquel dolor dentro de mi me ardía.¿Donde estaba aquel joven tierno que siempre mostraba? Me di cuenta que todo fue una mentira.

Después todos los días que pasaba en ese desgraciado liceo era un infierno para mi.