Prólogo:

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Antes de que los muros, grandes o pequeños, dividieran los extensos terrenos; de que los bosques se convirtieran en ciudades; de que los ríos de agua fresca se contaminaran ya sea por descuido, falta de educación o simple avaricia; de que los alimentos fueran más procesados que naturales y antes de que la población fuera tal que se anunciara la posible extinción de todas las especies, hubo un suceso en particular ocurrido en un pueblo perdido dentro de un rincón escondido de México. Aquel acontecimiento extraordinario, que cualquier persona eseptica no lo creería, se quedó atrapado en los límites del poblado, convirtiéndose en un relato más del montón que si bien pudo ser escuchado más allá de sus fronteras habría llamado mucho la atención, tanto, que hubiera salido en estaciones de radio y en los encabezados de los periódicos de aquella remota época, y tanto el pueblo curioso como las autoridades que lo gobiernan habrían ido a investigar, y, de haber sido así matar a tan ruidoso ser que intentaba ser silencioso.
El revuelo comenzó a inicios de otoño de 1932, en una época cuando la gente estaba casi incomunicada; los radios eran la novedad; en los países pobres, sobre todo en sus zonas rurales, lo único que les informaba eran los periódicos; las mujeres se casaban más por deber que por amor; cuando no sé tenía ni la más remota idea de una segunda guerra mundial y mucho menos de una guerra fría.
Durante esos tiempos, la noticia de un joven cobarde que abandonó a su suerte al pequeño rebaño de ovejas de su familia, las cuales fueron brutalmente asesinadas y cuya sangre fue drenada hasta la última gota, sacudió al pueblo pero también hubo otro suceso que lo sacudió aún más, sobre todo, a la iglesia del lugar, y era la llegada de un acaudalado extranjero que había decidido hacer de ese mediano poblado su hogar y donar parte de sus riquezas a la iglesia con tal de ayudarlos en su camino hacia la luz, llegando incluso a ayudar en el lugar.
En un inicio, todo fue felicidad, hasta que varios sucesos comenzaron a darse alrededor del susodicho, lo que provocó que a la larga esa felicidad en los rostros de la gente se fuera apagando, hubieron algunos que sospechaban de aquella persona a tal grado que intentaban irrumpir en su vida privada en busca de respuestas a los extraños misterios que envolvían al nuevo residente y, por sí fuera poco, la mayoría que lo intentaba terminaba muerto.
No quisiera resumir más este relato ya que arruinaría la verdadera esencia de lo sucedido. Así que contaré a detalle aquella anécdota cuyo final acabó mal.

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Antes que nada quiero agradecer por leer esta parte, es el primer FIC que escribo así que espero que haya sido de su agrado.

Quiero dedicarle este fanfic a Móni y Eds; muchas gracias por motivarme a escribir UwU, los quiero mucho.
Hasta el siguiente capítulo

El vampiro del pueblo. Aph RusMexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora