6. ¿Saber o No?

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La pareja volvió a encontrarse en el consultorio, ya empezando el segundo trimestre, mientras le hacían una ecografía a Félix conversaban sobre los padecimientos de del mismo.

-- Voy a escuchar los latidos del bebé -- dijo oprimiendo unos botones.

El omega ya se encontraba en la camilla mientras ella movía el transductor sobre su abultado vientre. La confusión llegó cuando los suaves latidos retomaron como un eco, no el común si no como si estuvieran latiendo dos corazones al mismo tiempo. Además parecía que el pequeño estaba acomodado de una manera muy extraña.

Amber ejecutó un par de movimientos para acomodar al pequeño feto, volvió a la pantalla, esta vez permitiéndole ver a otro. Eso implicaba en el tamaño del vientre del joven omega.

La alfa ya estaba sonriendo y dejando en claro en su aroma su felicidad por la pareja, pero los otros dos no comprendían ni un poco.

-- Felicidades, van a tener dos pequeños.

La estupefacción de la pareja fue cambiada por unas deslumbrantes sonrisas y chillidos de alegría por parte del omega, unieron sus labios en un fugaz beso. Miraron la pantalla, ahora era más sencillo distinguir a los bebés.

-- ¿Quieren saber el género de sus pequeños? -- ofreció la especialista.

Los esposos hicieron conexión visual con la duda palpable. De los labios de Félix salieron balbuceos al no estar seguro de que escoger. Por un lado le gustaría poder planear el nombre y sus habitaciones pero la idea de no saberlo hasta su nacimiento le encantaba.

-- No es necesario que decidan ahora mismo -- comentó la castaña --. Sí ahora deciden que no, la siguiente pueden quererlo y podré decirles.

Ambos estuvieron de acuerdo con aquella propuesta.

Llegaron a su casa y fueron directo a su habitación, Félix estaba más dormido que despierto y Changbin no se quedaba atrás

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Llegaron a su casa y fueron directo a su habitación, Félix estaba más dormido que despierto y Changbin no se quedaba atrás. Apenas tocaron la suave superficie relajaron cada célula de su pie y cayeron en un profundo sueño.

Pero el pelirrosa le hubiera encantado descansar, sus sueños fueron pesadillas. Logró despertar gracias a que el alfa. Sus ojos cafés lo observaban preocupado.

-- ¿Qué estás soñando? -- su voz fue suave.

Lo pego a si pecho par abrazanlo, liberó feromonas para camarlo, supo que cumplió su objetivo cuando su respiración se suavizó.

-- Hay algo mal -- respondió intentando no caer histérica, sentía que algo le pasaba a uno de sus pequeños y no está seguro de que se  trata --. En mis sueños me dieron a entender de distintas formas que hay algo raro...

-- Acabamos de ir a revisión y no se vio nada extraño, fue sólo un sueño, tranquilo bebé.

Beso ambos párpados del menos con dulzura, sonaba su espalda y le susurraba palabras lindas al oído. Una clase de ronroneos dejaba salir el omega disfruntando de los cariños que le hacían.

 Una clase de ronroneos dejaba salir el omega disfruntando de los cariños que le hacían

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Félix sentía un calor en su vientre similar al del celo pero sin tanta intensidad. Se tercia en la cama, había intentado arreglar su problema por su cuenta pero nada funcionaba.

Miro su reloj digital de su mesa de noche y por la hora sabe que su alfa ya no trataba en llegar. Olía la parte de la cama de Changbin para intentar relajarse pero parecía empeorar el asunto.

-- Changbin -- lo llamo con voz temblorosa.

Soltó un jadeo al verlo con la camiseta de botones que marcaba los músculos de su pecho.

-- Changbin -- repitió --. Te necesito, por favor.

Liberó otro jadeo al escuchar al otro gruñir bajito. El pálido avanzó a prisa hacia su omega besaba húmedo la línea de la mandíbula del menor disfrutando los placenteros sonidos que emitía.

Todo paro de golpe cuando Changbin sintió el estómago de su menor contra su piel, recordándole por que se había detenido que encerrar seguido en el baño.

-- No podemos -- intento mientras Félix le comía la boca desesperado --. ¿Y si lastimó a los pequeños?

-- No lo harás -- replicó quitándole botón por botón.

-- ¿Estas seguro? No quiero que...

El pelirrosa estampó sus gruesos labios a los ajenos para callarlo de una buena vez. Terminó de quitar la camisa de su esposo y llevo a sus labios a pasear por la suave piel del torso del mismo.

Changbin quito la prenda superior de su omega titubeando, aún con la duda. De un momento a otro la ropa que restaba a ambos desapareció. El mayor estaba sentado al centro de la cama con Félix en su regazo moviendo su cadera en círculos.

El pelirrosa levantó sus caderas para delinear el miembro del otro en su entra. Fue bajando poco a poco sintiendo como su alfa lo llenaba. Changbin hizo un gran esfuerzo por no levantar su pelvis y entrar de una sola estocada.

-- Bebé, estás muy apretado -- gruño ronco.

Cuando el otro se dispuso a responder al alfa hacerlo sus labios a una tequilla, el simple aliento lo hizo estremecer, su mirada empezó a nublarse cuando la lengua apenas rozó la sensible zona.

Félix había empezado a dar saltitos sobre la entrepierna buscando más, entonces sintió como su pezón era capturado por la caliente boca del alfa. Espalmos recorriendo su cuerpo por la sobrestimulación pero aún así continuo autoembidtiendose torpemente.

-- Ya no puedo -- chillo el omega.

Y como dijo bastó con que le prestarán un poco de atención a su miembro para que se corriera manchando las pieles desnudas. Le siguió Changbin después de que Félix continuará con sus movimientos por inercia. El alfa hundió sus colmillos en la marca que había hecho anteriormentente.

El nudo se hinchado obligádolos a permanecer de esa manera. Pasaban los segundos besándose y acariciando sus rostros.

-- Estabas muy sensible..

-- Cállate -- balbuceo avergonzado, bajo la mirada.

El alfa no estaba muy seguro si el sonrojo en las mejillas de Félix era por pena o por la actividad física.

-- Estamos desnudos y lo que te avergüenza son palabras -- se burló.

El omega mordió el hombro ajeno, sin la suficiente fuerza como para romper la piel.

-- Te amo, Lix -- beso la mandíbula de su menor.

-- También te amo, bobo -- Unieron sus labios en un casto beso.

Su vida en Seúl [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora