8. Inhala y Exhala

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-- Maldición Félix, siéntate de una buena vez -- Jooheon gruño molestó.

El peliazulado para asegurarse de que su hermano, quien ya no podía ni mantenerse de pie, lo levantó y lo llevo hasta el sillón.

El testarudo omega insistía en mantenerse de pie para hacer la comida. Apenas lo deposito en el sillón soltó un lastimero sonido.

-- ¿Te lastime? -- se alarmó el menor.

Félix negó con una pequeña sonrisa que se asimilaba más a un puchero, se acurrucó sobre si mismo por comodidad. No se explica la inquietud de su lobo pero tampoco lo pensó demasiado, cayó dormido.

Lee alzó un ceja gracias a lo extraño de su hermano lo subió hasta el dormitorio de su pareja, busco rezando por no encontrar algo "malo", tomó una cobija y la uso para arropar a su hermano.

Nunca se había imaginado que sería tío tan "pronto", tampoco que él es quién cuide a su hermano y mucho menos que le gustará tanto cuidarlo.

Acomodó los rebeldes cabellos fuera del rostro del mayor antes de ir a la cocina a terminar la comida, que ya sabe varias cosas por estar meses con su hermano.

Félix despertó debido a una fuerte punzada en la parte baja del vientre pero igual que la primera la ignoró pues no era algo descomunal para él. Se levantó se levantó para ir a ver a su hermano pelear con el mismo y los utensilios, se sorprendió al no verlo batallar.

No pudo mantenerse escondido más tiempo por un dolor similar pero con más fuerza, soltó un chillido y se sujetó de la barra.

El teléfono comenzó a timbrar en el bolsillo del pelirrosa, Jooheon lo sentó en una silla que acomodó en la cocina mientras el omega respondía.

-- ¿Todo bien, Lix? -- una calidez se instaló en su pecho al escuchar a su alfa.

-- Sí.. ¿Por..? Oh mierda.. -- en ese momento cayó en cuenta de la fecha y que no eran simples dolores.

-- ¡¿Félix?! -- ambos alfas exclamaron al mismo tiempo y por un momento el menor se reía.

-- Sólo esperen -- gruño.

Ignoró lo que sea que Changbin estuviera diciéndole por teléfono, jalo a su hermano y le sacó el celular del bolsillo, abrió el cronómetro.

Otra contracción y a duras penas puso el cronómetro.

El alfa juntó a él no le quedó duda de que estaba pasando cuando vio un líquido escurrir de la silla acompañado de otra contracción. Según en el cronómetro dos minutos y unos segundos que el omega no se molestó en leer.

-- ¿Qué está pasando, Félix? -- pregunto alterado Changbin al escuchar al hermano gritar "mierda" infinidad de veces.

El otro se calmo, como si el lobo de su hermano hubiera tomado el control de su cuerpo. Estiró la mano pidiendo el celular de Félix, comenzó a hablarle al otro.

-- Lo que pasa es que tus hijos están por nacer -- le explicó.

La respiración de Félix se volvió pesada y comenzó a transpirar, escuchaba lejana la voz de su hermano sólo se concentraba en inhalar y exhalar, llenar de aire sus pulmones todo lo que podía y sacarlo un tanto agresivo.

Regreso a lo que sucedía en su exterior cuando sus pies se despegaron del suelo y sus manos de la superficie firme.

Jooheon lo subió hasta el auto de su madre y le abrocho el cinturón.

Conducía rápido pero con cuidado.

Su lobo aullaba por su alfa. Todo Félix quería a Changbin con él.

Su vida en Seúl [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora