Su vida en Seúl [Changlix]

18. Reunión

Maratón 2/2

Dieciocho años

Como en los viejos tiempos, todos desperdigados a por el piso inferior de la casa de los Kim. Parecía que cada vez que se reunían se multiplicaban.

Ya eran la mayoría los que tenían un compañero.

Yoonji recién había caído en las redes de su mejor amigo, Wooseok, que trató por mucho tiempo que le permitiera cortejarla.

Hyunwoo estaba reacio a enamorarse, pero es obvio que alguien ya había llamado su atención.

Los hermanos sentados juntos en un sofá mientras que la pobre alfa enamorada intentaba llamar un poco la atención de Yoonji sentada en el suelo.

Hyungwon, estaba dormido en el regazo de su novio, con las piernas sobre su gemela.

Los Kim que a pesar de su edad ya avanzada no la aparentaban; los Lee no contaban con la misma suerte.

Jooheon había convencido a Minhyuk de que lo acompañará y la hija de los Kim se burlaba de Jooheon cada vez que el lindo omega se ponía difícil con él.

Jeongin abrazaba a sus dos consentidos que portaban su apellido, ni más ni menos que su ahora esposo Hyunjin y su cachorra de cinco meses de nombre Yeji.

Minho estaba fuera con Jisung, pero prometió hacer otra reunión en su casa de vuelta.

Viendo a su gran familia de pie junto a las escaleras, Changbin sonreía, su gesto se agrando al sentir a su omega frotando su mejilla en su espalda.

-- ¿Por qué tan lejos, cariño? – acarició afectuoso sus cabellos, inhalando la escencia que liberaba.

-- Solo veía mi bonita familia, solo faltabas tú – viró sobre sí para levantarlo del escalón donde estaba de pie.

-- ¿Recuerdas cuando solo éramos siete apretujados en la mesa? – preguntó nostálgico.

El pelirrosa asintió con una sonrisa ancha que escondía sus pequeños ojos. Besó las pequeñas líneas que estaban en el lugar de sus ojos.

--  Lo único que quiero hacer es llevarme a mi niño – reprochó Changbin, nunca aceptaría en voz alta que el chico que acaricia con fervor las fracciones de su hijo había conseguido su aceptación por la parte humana y animal.

-- Por supuesto, cariño – ignoró por completo el comentario.

Se acercaron al resto, se sentaron en el suelo.

Escuchaban anécdotas por parte de los mayores.

-- ... Recuerdo una vez que Jooheon estaba vestido con una falda larga a modo de vestido, lo atrapé usando maquillaje...

Risas explotaron. El pobre alfa sentía su orgullo herido, pero se alegró en el momento en que Minhyuk lo abrazó con una exclamación de ternura.

Así los padres exhibieron a sus hijos, incluso Chan pudo avergonzar a Jeongin y Hyunjin con historias vergonzosas gracias a conocerlos de ya muchos años.