Hace mucho tiempo existió un pueblo. Un pueblo con casas de madera y calles de piedra, donde vivían felices muchos pero muchos alfas felinos.
La convivencia entre los omegas y alfas era perfecta. Durante el día acompañaban a los omegas que les brindaban lujuria, amor, familia, y en la noche iban saltando de tejado en tejado.
Había alfas de todos los tamaños y de las razas más extrañas.
Y no habían quejas...
Entre todos ellos Jungkook era especial. Jungkook era un alfa de raza felina, de pelaje muy blanco, ojos negros y grandes bigotes.
Mientras los demás felinos perseguían a los omegas o jugueteaban sobre los tejados, él prefería contemplar la luna. Pasaba largas horas mirandolo.
- "Te vas a quedar tonto de tanto mirarlo" - le decían sus amigos.
Pero Jungkook no quería escucharles. La luna lo tenía enganchado, aquel aire de magia que tenían las noches en los que su luz invadía todos los rincones de su ser, este atraía un olor característico de omega, su omega.
- "¿No ves que no conseguirás nada? Por más que lo mires, la luna no bajará a estar contigo".
Jungkook sentia nostalgia al escuchar esas palabras, el quería estar con su omega Yoongi, ese era el nombre que se le había presentado por medio de sus sueños, en sus sueños Yoongi y el formaban una hermosa familia el quería que la luna bajara. Pero el sabía que no podía, tan solo con sentir la dulzura con la que impregnaba el cielo cuando brillaba con todo su esplendor, se contentaba, Jungkook sabía que el estaba ahí.
Porque aunque nadie parecía entenderlo, al alfa Jungkook le gustaba lo que esa luna redonda y plateada le hacía sentir, lo que le hacía pensar, lo que le hacía soñar.
Solo su amigo Jimin se preocupaba por él y trataba de que se olvidara de aquella obsesión. Jungkook que disfrutaba hablando con el le decía:
-"¿No ves lo hermoso que es? Hoy está más brillante y grande que nunca, pero también más lejos. ¿Podré algún día llegar hasta donde está?"
Un buen día los felinos dejaron de hacerle caso e incluso Jimin se cansó de escucharlo suspirar.
Tal vez por eso, tal vez porque la luna le dio la clave, el alfa felino desapareció un día del pueblo de piedra. Nadie consiguió seguir su rastro y nadie fue capaz de encontrarlo.
-"Se ha ido a perseguir sus sueños. ¿Habrá alcanzado la luna?" - Se preguntaba Jimin nostálgica.
Lo cierto es que en luna llena si observas con suma atención verás que la luna está acompañado de una estrella tan brillante como el sol.
Y hay quienes dicen que incluso han visto una forma de gato. Pero no todos lo pueden verlo.
Solo los creyentes en el amor son capaces.
¿Eres capaz tú?