BDSM

1K 36 1
                                    

Aun no sabía muy bien como había terminado ahí, Shield lo había mandado a una misión que parecía relativamente fácil, solo debía ir a cierta parte de la ciudad, entrar en un edifico abandonado que antes usaba Hydra y sacar información de ahí. No le sería difícil, él había estado ahí antes, cuando lo controlaban para ser un asesino, aquella máquina de matar. Recordaba cosas, por lo que, sería fácil ubicar las habitaciones donde los archivos de estaban, buscar los que necesitaba y después irse como si nada. Le habían dicho que no hubo ningún tipo de actividad, no desde hacía más de seis meses, entonces, seguros de que no pasaría nada malo, lo enviaron. Claro, todos sabían que el ex-soldado se Hydra iba preparado aunque no hubiera algún peligro, pero, ni siquiera todos sus años de entrenamiento, todas esas veces que tuvo que aprende a base de golpes le funcionaron. James había llegado, entró sin mucha dificultad y caminó por los oscuros y abandonados pasillos de aquel edificio que parecía realmente abandonado, no percibió ninguna presencia, solo unos cuentos ruidos que atribuyó a los animales que seguramente vivían en aquel lugar.

Ese fue su mayor error, pensar que aquellos ruidos eran de animales y no de alguien, alguien que veía desde las sombras como el castaño se movía ágilmente. James llegó a las habitaciones llenas de archivos y empezó a revisarlas encontrado con facilidad lo que tanto había buscado. Informó por el auricular que tenía en el oído del lado derecho y recibió la orden de salir de ahí, no lo dudó yemprendió el viaje para irse, pero al cruzar la puerta para caminar por el pasillo, un fuerte dolor en el cuello lo desconcertó provocando que llevara su mano hacia esa zona y sintiera una aguja clavada ahí. No vio nada ni a nadie, simplemente cayó completamente desmayado contra el suelo.

Cuando despertó, todo estaba borroso, se encontraba amarrado en una silla que imposibilitaba cualquier intento de movimiento, sus brazos, sus piernas y hasta su cuello tenían cadenas que lo aprisionaban más y más cuando intentaba removerse del lugar. Luchó pero no fue suficiente ya que después de varios minutos, quien lo había capturado entró por la puerta frontal y cuando James alzó la mirada, sintió que todo se derrumbaba. Frente suyo se encontraba aquel rubio que fue su verdugo, aquel que le enseñó a base de golpes y dolor lo que era ser un buen servidor de Hydra. Solo tenía malos recuerdos con ese hombre, cosas que prefería olvidar como muchos recuerdos, pero, lastimosamente, lo que le hizo nunca se le olvidaría.

— Me alegra ver que ya despertaste, Winter — El tono de voz era idéntico, no había cambiado nada en esos cuatro años que le dejó de ver e intentó olvidarlo. Lucia de la misma manera, tenía un traje negro con una figura roja en su pecho, sus ojos rojos parecían aún más vacíos, pero, aquella pequeña sonrisa de autosuficiencia aún seguía en su rostro. — No intentes quitarte las cadenas, cada que te mueves más, estas se van apretando, entonces, para prevenir que termines con el cuello roto, te recomiendo que te quedes tranquilo. — Empezó a quitarse los aguantes que cubrían casi siempre sus grandes manos. James no puedo evitar verlo, simplemente seguía creyendo que aquello no era real. Hacia tantos años que se había largado de ahí, que nunca más había sabido algo sobre el rubio y ahí estaba, lo había atrapado en una misión que parecía relativamente simple, fácil. Estaba ahí entre las miles de guaridas de Hydra. — ¿Sabes? Se que pensaste que no nos volveríamos a ver nunca más, pero, debiste recodar que de Hydra nadie sale vivo. Te fuiste, nos dejaste y por cuatro años has vivido con los traidores. Me defraudaste, Winter, me has defraudado durante cuatro años, pero no más.

Aquellos ojos lo volvieron a ver, iban de abajo hacia arriba como si estuviera disfrutando la vista al imaginarse lo que había debajo de aquella vestimenta. Relamió sus labios y con paso seguro, se fue acercando lentamente como si se tratase de un animal cazando a su presa. Cuando llegó al castaño, se detuvo pero solo por unos segundos ya que después se agachó poniéndose de cuclillas para estar a la altura contraria. Barnes estaba haciendo lo posible por no seguir intentando quitar las cadenas de su cuerpo, no le gustaba estar tan cerca del otro, nunca lo había disfrutado o, al menos eso recordaba él. Hydra lo tomó con fuerza de la mandíbula y apretó para que lo viera.

✩✪  Fictober 2019: Stucky ✩✪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora