Nota: De principio a fin.

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Hace un mes te conocí, me pareciste una persona interesante, o eso hasta que entendí tu forma de comportarte. Sé que importa mucho la opinión del resto para no ser tachado y todas esas cosas negativas por las que el instituto destaca, pero, ¿tanto así? Sin tu grupo de amigos te noté más tímido, atento y amable, en cambio, en cuanto los ves te transformas en lo que parece otro ser, y te vuelves la basura de por aquí. No haces más que burlarte y hablar mal del resto, a mí me ignoras como si no existiera, pero olvidas que soy un observador innato y he notado en el brillo de tus ojos el saber que aquello no está bien, sin embargo, lo sigues haciendo, me parece algo tonto e infantil, no me agradan las personas así.

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Han pasado ya tres meses desde que te conocí y, pensando que las personas que actúan distinto dependiendo de quién les vea no me agradan, tú eres una excepción, y aún no sé la razón, trataré de averiguar sobre eso, pero de lo que estoy seguro es que me agrada mucho la forma en que te comportas conmigo, incluso si me ignoras segundos más tarde.

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Han pasado seis meses y no hay ni una mísera de algo en ti que haya cambiado, contrario a mí que he dejado pasar mi regla de "cero amigos" y ahora acostumbro a esperarte durante las tardes. Hace no mucho llegué a la suposición de que me gustas... seguramente es solo tu cara, o solo el deje de arrepentimiento que abandonan tus palabras, o quizás el miedo y la tristeza permanente en tus ojos.

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Han pasado nueve meses desde que te conocí y casi cuatro desde que entendí que me gustas, aún no me lo creo, hace muchísimo que no me sentía tan bien hablando con alguien y eso me asusta, no quisiera pensar las consecuencias de mi actuar... porque al final dirigo a la destrucción de todo. Desde prácticamente siempre he sido una persona reservada, y no es que quiera llamarme una persona fría, únicamente es que esto para mí es algo raro; era una sensación que yo mismo reprimí.

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Ha pasado un año y admito en estos momentos sentirme un poco mal (de igual forma es común mientras escribo), tú todavía no has entendido que me gustas, pero creo que preferiría mantenerlo así para evitar mayores lazos que me aten a ti. El otro día tuve un sueño y desconozco qué es más extraño: lo que sucedió o el poder recordarlo. Estaba yo solo sobre la vereda de una calle cualquiera, rodeado de niebla y en la mano tenía una hoja de papel y un lápiz, después, apareciste tú y con tus "amigos", pero esta vez no te reías y parecía que no me veías, pero entonces te sentaste a mi lado y, al elevar la cabeza al cielo, me decías que escribiese algo. Ahí acabó mi sueño, pero ya escribiré algo por ti.

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Ha pasado un año y dos meses me dí cuenta de que tal vez, sólo tal vez me guste algo más que tu cara, no me malinterpretes, es solo que he notado como conmigo te atreves a hablar sobre ti, ¿soy el único con el que hablas sobre cosas personales? quizás has notado que no tengo intenciones de hundir a la gente porque casi nada sabes de mí y parece no afectar tu mente, o puede que sea porque al finalizar las clases soy tu único cercano dispuesto a escuchar. Eres algo tonto, pero también lindo.

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Ha pasado un año y cuatro meses y no puedo dejar de pensar en ti. Mi mente no deja de recordarme los días que han pasado desde mi confesión de amor y el cómo reíste un poco diciendo que ya lo sabías, que era muy obvio. Obvio perdí las ganas de verte y hablar, sentía mucha incomodidad en el ambiente y como me alejé y a ti pareció no importarte, me queda pensar que tu persona hacia mí era otra actuación más... ¿o era real y ha muerto? No quiero convencerme de que sólo estabas fingiendo.

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Ha pasado un año y siete meses, y ya ni nos miramos, sé que fue por decisión propia, sin embargo tú no pareces estar algo afectado y eso hasta cierto un punto me duele, después de todo, eras la única persona a la que había dejado entrar en mi vida en muchísimo tiempo.

También, he estado odiando mis cartas del pasado; la felicidad que reflejan me marea, así que las queme, estoy arrepentido porque dejé en las cenizas recuerdos muy bonitos de quienes eran (y son, incluso si ya no existen) personas especiales. Las que sean mis futuras cartas, nunca las mostraré, o espero que no dentro de un corto tiempo.

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Han pasado ya dos años y cada vez que me ves, como siempre, me miras y te pones a reír junto con tus amigos, me siento diminuto y me arrepiento, no sabes cuánto, de haberte dicho que me gustabas.

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Han pasado dos años y dos meses y me encuentro en un hospital, me he permitido caer aquí, hace algún tiempo me sentía un poco débil y mi insomnio no me dejaba descansar bien, pero no quería tomar medicamentos. Bastante tonto de mi parte, no es necesario destacar, y el resto ya se sabe: cruzaba una calle cuando todo se volvió negro a mi alrededor. Ahora, a consecuencia de ello, me encuentro muriendo y muy feliz. Sí, fui el imbécil que se encontraron en la avenida principal y no, no estaba ebrio ni drogado.

Estoy dejando de escribir cartas, aunque ahora tengo el tiempo suficiente para crear historias en mi mente. En esas creaciones me vienes a ver, y yo me curo y tú te curas. Pero he pensado muchísimo y ya no sé qué escribir ni en qué, por eso uso estos papeles. De igual forma ¿A quién le interesa esto?... ¿a quién le interesan mis escritos?

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Han pasado dos años y cinco meses y sigo en cama, y eso sería una gran sorpresa... tanto como que nadie me ha venido a ver. Es curioso que cuando pierdes algo lo aprecias como no lo hiciste al tenerlo, intenté salir dos veces para caminar un poquitito y no lo logré, es uno de mis anhelos imposibles (y yo antes odiaba caminar hasta el instituto), también, antes no quería verte y ahora es otro de mis anhelos imposibles. Es curioso, de igual forma, que no recuerdo que me arrepintiera de alguna acción o suceso muy grave de mi vida y últimamente me arrepiento hasta de no haberme despedido de la profesora de lenguaje, y me arrepiento de no saber su nombre.

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Han pasado dos años, cinco meses y dos semanas. Mi padre me ha dicho que aún me quedan varios meses, pero estoy seguro de que miente, porque cuando lo hace jamás me mira a los ojos. Sé que está mal, como toda mi familia. Creo que, cuando me vaya, él se separará de mi madre y mis hermanos no tendrán razones para hablar, solo me queda analizar mientras muero cómo mi familia se va a la mierda, no quiero que eso suceda. Hoy le pregunté a una enfermera mi tiempo de vida cuando estaba completamente desconcentrada y ahora sé que es casi imposible que pase de los siguientes dos meses.

PD: Me gustaría que me visitaras, o quizá no, no sé si lo soportaría.

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Han pasado dos años, seis meses y dos semanas, mi final está cerca y han venido compañeros de clases, ya sabes, por la membresía. Ahí estabas tú, no te esperaba a tan poco de morir, no me atreví a mirarte porque estaba asustado y ahí estabas, al lado de mi cama. No reías, estabas quieto y en silencio. Cuando nos quedamos solos lloraste y me pediste perdón infinidad de veces, lloré contigo al notar en tus ojos cuán roto estaba tu corazón.

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Han pasado dos años y casi siete meses, ya casi no puedo hacer lo más mínimo, le he pedido a mi prima que escriba por mí, aunque es incómodo que obtenga mis pensamientos, mi voz me está abandonando al igual que mi fortaleza. Te agradezco que, después de tu primera visita, volvieses a verme como hoy por la mañana, realmente estoy completamente agradecido porque sé que a días de morir poseo un alguien a quien le importo, quitando a mi familia, sé que yo mismo no me permití tener amigos y ya lo dejaré para otra vida porque no me arrepiento de conocerte, me has hecho muy feliz.

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El 06-11-2019 falleció y queda suponer que es para ti esta carta, pues la estás leyendo. Eso nos hace felices porque significaba que sí te ha llegado, y ese era uno de sus últimos anhelos.

<Lucha por no tener que arrepentirte de algo>

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⏰ Última actualización: May 18, 2020 ⏰

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