acababa de dar a luz.
y estaba pal' pico, pero eso desapareció cuando mis guaguas estaban llorando.
las pesaron, limpiaron, todo.
esto es precioso, un niño y una niña.
yo estaba re emocionada, y el Javier, estaba llorando caleta.
solo quería dormir, y eso es lo que hice, antes de darme cuenta, estaba raja, después de dos horas en trabajo de parto.
(...)
me desperté temprano, estaba sola, hasta que entró una enfermera.
-¿donde están mis hijos? -me senté con dificultad, apenas me podía mover, estaba toda sopeada y hedionda (supongo).
-están en la sala de al lado, en incubadoras. -dijo entragándome mi (al parecer) desayuno.
abrí los ojos como platos ante su respuesta.
-¿porqué? -deje preocupada y frunciendo el ceño.
-no sé si lo olvidó, pero usted dio a luz una semana y media antes. -ahí recordé, entre abrí la boca y solté un ligero "ah"- ayer un niño me dijo que vendría hoy como en...-miró su reloj de mano- treinta minutos, para que le avise y...oh, espéreme. -salió de la sala y a los pocos segundos volvió, pasándome una barra de chocolate más grande que la tula del negro del WhatsApp. -también dijo que le pasaba esto, no le trajo de sus favoritos porque tiene que amamantar.
-oh, bueno...-aún así hubiera preferido mis favoritos, los bombones con licor.
ñam ñam, delicious.
después de que se fue la enfermera, me comí todo, estaba un manjar.
me levanté para bañarme.
quedé como una lechuga, fresquita, pero seguía con este dolor insoportable en la cuca.
acomodé mi bata de hospital y fui a la sala de al lado, hasta que encontré a mis hermosas bendiciones.
y inconscientemente, me empezaron a picar los ojitos, para que después, comenzara a llorar.
estaba llena de bebés la sala, pero a los míos, los reconocí altok.
ojalá, solo leí la etiqueta. la que decía mi nombre.
"11 octubre
Amanda Zoe Ávalos Contreras
sexo : M, sexo : F"le tomé una foto y la subí a instagram, etiquetando al Javier.
sí, él talvez estaba enojado conmigo, porque me comí con el Nico, pero él solo me estaba pidiendo disculpas y una cosa llego a la otra y...no sé, solo pasó.
pero igual me siento mal po, si se supone que ese día íbamos a salir, y como lo ví, se arregló arto parece.
pero...
-¿cómo le pongo a las guaguas? -dije inconscientemente.
-me estaba haciendo la misma pregunta.
el Javier.
le sonreí como saludo y el me abrazó.
-gracias.
-¿porqué?
-por traer a mis hijos al mundo.
(...)
me dijo "quiero hablar contigo" y aquí estamos, yo acostada, y él sentado al lado mío.
puta que las camillas del hospital son ricas.
¿pero de qué teníamos que hablar?
¿le tenía que explicar algo?
yo no doy explicaciones.
-¿porqué te estabas comiendo con el Nicolás? -entrecerró los ojos cuando hizo la pregunta, yo supongo para que le diga la verdad. ¿porqué le importaba tanto?- yo...-empezó a jugar con sus dedos y sus ojos empezaron a cristalizarse, lo que me sorprendió, es raro ver al Javier llorar.
pero no es raro si es por mi.
-¿tu qué?
-íbamos a salir po, yo tenía todo preparado, todo, ese se suponía que debía ser mi día, nuestro día...-habló tan rápido y bajito que apenas lo alcancé a escuchar.
-¿porqué?
suspiró hondo y tragó en seco.
-¿querí ser mi polola?
(...)
-¿entonces ahí te chantó el beso? -dijo sorprendido el Miguel, el Javier se había ido que rato y ellos vinieron a visitarme.
-sí, me pidió una oportunidad.
-la media volá. -habló el Cristobal mientras el Diego se acostaba al lado mío..
minutos después nos levantamos para ver a mis hijos.
ah.
hasta que nos encontramos enfrente de las incubadoras.
son tan chiquititos.
-¿como les vai' a poner? -
-al niño Javier. -respondí encogiendome de hombros sosteniendo la minúscula mano del chiquitito.
-¿porqué Javier? -preguntó el Cristobal viendo a la niña.
-él quiso. -hice un mohín con mis labios- a mí también me gusta ese nombre.
-¿y la niña?
-no sé, me gustaría llamarlo con mi segundo nombre, al igual que el Javier.
-¿Zoe? -dijo el aweonao del Miguel, lo miré obia y me pegó un wate.
creo que ahora por fin estoy feliz.
-que bonito nombre para mi nieta.
me retracto, ya no estoy feliz.
ESTÁS LEYENDO
Preñá de mi mejor amigo
Teen Fiction𝘌𝘭 𝘤𝘢𝘳𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘦𝘭 𝘶́𝘭𝘵𝘪𝘮𝘰 𝘥𝘪́𝘢 𝘥𝘦 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘰, 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢. ¿𝘰 𝘴𝘪́?