VI

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Elizabeth se despertó esa misma mañana, rápidamente ató sus pechos con tiras gruesas de algodón, se puso una camisa y pantalones de montar, arreglados a su medida, los cuáles pertenecieron a su padre y un abrigo de lana gruesa que le obsequió el hijo del buen Sr. Hill, mano derecha de su Padre, estaba vestida en el tono negro del amanecer.
Luego, rápidamente se lavó la cara, volvió a peinar su cabello en dos secciones apretadas que luego cubrió con una gorra gruesa, por último, agarró la tira de cuero enrollada alrededor de una bolsa voluminosa en una mano y sus botas de trabajo en la otra y, convencida de que Jane no había sido molestada, salió por la puerta.
Ya en el pasillo, ella revisó la puerta de la recámara de sus Padres y, al no ver ninguna luz, se dirigió a la biblioteca. Su silencioso golpe fue respondido con un "entra Lizzie".2

"¡Buenos días Papá!" dijo mientras se acercaba a su Padre que se había parado en la entrada y le besó la frente.

"¿Por qué te levantaste tan temprano, querida? Pensé que bailar y divertirse te habría cansado", dijo el Sr. Bennet con un brillo en sus ojos. Él ya sabía por su atuendo que ella planeaba salir esta mañana.

"Papá, sabes que simplemente saltar por la pista de baile no hace nada para poner a prueba mis energías. Además, pasé más tiempo conviviendo con mis amigos que bailando", dijo con una sonrisa irónica.

"Sí, así lo noté." Él ladeó la cabeza y la miró con una ceja levantada. "No estás molesta porque un incomprendido noble de Londres no se impresionó con tu belleza, ¿Verdad Lizzie?.

Ese personaje taciturno llamado Sr. Darcy ni siquiera se molestó en quedarse con los Bingleys durante las presentaciones, aunque el Sr. Bingley parecía tratar de disculparlo, peor aún la ansiedad del mismo al tratar de agradar a la población de Meryton, si tan solo alguien lo iluminara, eran sus cinco mil libras al año las que automáticamente lo convertirían en el ser más agradable de la tierra, aunque su notable sencillez conmovía.

"No, papá, de ninguna manera me importa", dijo ella, con ganas de cambiar de tema, sin embargo continuó, "Pero Jane ciertamente captó la atención del Sr. Bingley, aunque todavía no ha dicho nada, creo que él también ha volcado sus atenciones a ella. ¿Cuál es su impresión de él hasta ahora, Papá? "

"Pienso que él está muy ansioso por complacer, y hacer feliz a quien se encuentre en su entorno, comparte esa singular cualidad con Jane.
No he estado mucho tiempo en su compañía, no me atrevería a juzgarlo abiertamente, pero no he visto nada preocupante de su personalidad hasta ahora.
En cuanto a Jane, bueno, a todas las jóvenes les gustaba estar enamoradas, y desde qué pasó lo del vil sin vergüenza Scalawag Frampton, se recuperó tan admirablemente, que ella tiene mi permiso para tratar de gustarle a un hombre de buena clase como el Sr. Bingley, solo no debemos bajar la guardia mi querida Lizzie."

Elizabeth se sintió más tranquila, pero no totalmente convencida por la opinión de su padre, pero dejó descansar el tema en cuestión. "Bueno, a Mamá ciertamente la alienta esa unión, de hecho, anoche enumeró todos sus planes para ordenar los salones y el comedor para cuando el Sr. Bingley venga de visita. "También quiere renovar los vestidos de Jane,
así que creo que podría quedarme con su antiguo guardarropa, mencionó risueña"
Papá regresare antes del desayuno. ¿Puedo sacar a Poseidón?

"Por supuesto querida hija,
asintió con la cabeza"
Elizabeth no te quedes fuera demasiado tiempo, sabes que no habrá paz en esta casa si tu nerviosa Madre te atrapa con pantalones puestos y mucho menos si se entera de que habías estado montando a horcajadas otra vez, especialmente ahora que tiene un posible novio para tu hermana en sus miras. ¿Tienes tu honda Lizzie? Ella asintió y se metió el bolsillo. "A fuera a volar sal entonces".

"Sí, Papá y gracias", dijo mientras saltaba y salía por la puerta, cerrándola suavemente detrás de ella.

El Sr. Bennet le hizo un gesto de asentimiento a su Lizzie con una sonrisa satisfecha.
Sabía que su pequeña pícara y escuálida se había convertido en una mujer hermosa y voluptuosa, estaba consciente que muchos otros lo habían captado, irónicamente menos la propia Lizzie.

Profligate & Proclivities - Orgullo y Prejuicio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora