TAEYONG

1.8K 55 3
                                    

"Alguien que solía conocer"

Había pasado exactamente seis años desde que había dejado corea para formar una temporal vida en los Estados Unidos. Gracias a las oportunidades ofrecidas tanto por becas como por financiamiento de mis padres logré finalizar mi carrera en América como a su vez ejercer dos años laborales dentro de la oficina y el aula de clase partiendo lecciones de coreano a niños estadounidenses.

Para ser honesta nunca fuí del todo patriota, aunque me siento orgullosa por mis orígenes me siento mucho más cómoda viviendo en el extranjero. Desde la preparatoria no tuve unos recuerdos agradables de esa parte de mi vida, los estándares de belleza de mi país natal siempre fueron esctritos, obviamente yo no pude encajar en ellos en su momento.
Desde muy temprana edad fuí una niña con sobrepeso, y aunque en preparatoria ya no padecía de eso, nunca fuí la más agraciada y mis compañeros se encargaron de recordarme lo en todo momento, incluso a finales de la preparatoria sufrí de anorexia, algo de lo cuál me avergüenza de contar, no por el hecho de haber tenido ese transtorno, sino por las decisiones equivocadas que llegué a tomar.

En estos momentos me encontraba en Corea, siempre venía a visitar a mis padres y a la familia de mi hermana cada que tenía un espacio en la agenda, y al ser épocas navideñas decidí tomar las vacaciones del todo el año de la empresa.

Cada vez que venía a Corea me sentía muy incomoda, al lado de la casa de mis padres estaban los adorados vecinos Lee, sus inseparables amigos desde que compraron la casa en este vecindario.

De ser cualquier otra pareja de personas mayores no me habría importado, pero no, no eran cualquier pareja mayor, sino los padres del que en su momento fué mi mejor amigo y primer amor, Lee Taeyong.

En todos estos seis años desde que me mudé no me había topado con el, al parecer según mis padres, los Lee les mencionaron que Taeyong se mudó a la capital del país a estudiar la universidad, actualmente deduzco que debe trabajar allí mismo o en otra parte, pues desde la graduación no he sabido nada de él y mucho menos lo he visto, más que a su hermano menor, o quizás simplemente sea tan afortunada que siempre regreso a Corea cuando el no se encuentra presente.

A pesar de que hayan pasado seis años y ahora sea una mujer de veinticuatro años, no he parado de pensar ni un momento en el, mi hermana mayor Jena me regaña mucho por ello, pero no es que extrañe a Taeyong, más bien diría que extraño los momentos a su lado, a su vez que aunque ya todo ha sido superado no se pueden olvidar recuerdos que te causaron mucho dolor.

Cuando estoy en Estados Unidos los recuerdos de mi adolescencia son nulos sin embargo cuando regreso a Corea parece que al bajar del avión todo el dolor regresa a mi mente. Siempre estando aquí y en especial en la casa de mis padres tengo insomnio, a veces miro a la ventana y me encuentro con vista a la antigüa habitación te Taeyong y llegan a mi cada una de las idioteces que hize por el.

La vieja casa del árbol donde él y yo solíamos jugar todo el tiempo de niños sigue allí, como esos estúpidos escritos en el árbol con nuestros nombres y frases cursis. En ocasiones cuando tengo que salir al supermercado paso por mi vieja primaria, lugar en donde Taeyong y yo nos volvimos más inseparables que nunca y dónde poco a poco me fuí enamorando de él con el paso de los años.

(...)

Faltaban tan solo dos días para navidad, la familia de mi hermana Jena ya estaba instalada en la casa desde la noche anterior, con dos pequeños montruos en la casa desordenado todo y un cuñado ruidoso que no paraba de jugarme bromas, sin duda sentiría estas vacaciones todo menos relajantes.

Ya era tarde, alrededor de las nueve, mi familia incluyendo a los niños decidieron dar un corto viaje al centro comercial a comprar algunas cosas faltantes para el gran día y a la vez a reponer algunos adornos navideños que mis sobrinos en un día se encargaron de destruir. Yo decidí quedarme en casa, sabía perfectamente que ese "corto viaje" tomaría más de lo esperado y el ir involucraba en mi hermana dejarme sola con sus traviesos hijos para tener un poco de paz, y yo solo cuidando a esos niños en un centro comercial no era una opción.

NCT ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora