Cuando mire aquellos mensajes no lo podía creer, no habían pasado ni 10 minutos desde que me dijo que me amaba y estaríamos juntos siempre, no habían pasado ni 10 minutos donde me tenía en sus brazos, se supone que estaba bien a mi lado, se supone que era perfecta para él.
"Te estoy esperando amor", "ya estoy saliendo", "donde siempre", todas esas frases rebotaban en mi cabeza cual mariposas, pero, esta vez la sensación no era linda en mi estómago, era asfixiante.
Salí rápidamente los celos y la paranoia me decían como debía actuar, lo seguí. Durante el camino sentía mil punzadas en la garganta, era un calvario. El destino era un motel, mi corazón todavía se negaba a creer apesar de que yo ya conocía este lugar.
FLASHBACK
ACEPTO -dije feliz, Jimin me miraba con aquel brillo que decía que jamás me fallaría creo que es la mejor decisión que había tomado en aquel momento.
Un "Te Amo" seguido de un beso tierno había sido mi perdición, no podía estar más feliz.
PRESENTE
Baje rápidamente del auto y con ayuda de el dinero soborné al de la entrada. Subí las escaleras, mi corazón latía desenfrenadamente.
Lo que ví no solo me destruyó, me desgarró profundamente. Duele, duele mucho. Quiero llorar.
"No sé si golpearla en la cara o pegarte a ti
Pero no vine a molestar tu noche de placer
Y para ayudar a pagar a la dama que te satisface aquí hay unos 50 reales"
Ahí estaban los dos juntos Jimin con aquella mujer bebiendo vino en el jacuzzi como si nada, al voltear nuestros ojos se toparon (cuanto amé a aquellos ojos) se sorprendió bastante al verme se levantó inmediatamente y buscó su ropa y se acercó hacia mí.
-No necesitas vestirte he visto todo lo que tenía que ver aquí, qué decepción- me volteé para salir pero el me sujetó de la muñeca haciendo que volviera hacia él, nos miramos frente a frente, lo quería vaya que lo quería y demasiado, pero, miré atrás de él todo el panorama frente a mí, aquella mujer detrás de él sonriendo tal vez porque al fin sería completamente suyo.
No podía más con estos sentimientos sentía morir, quería llorar gritar y tirar todo lo que se encontraba ahí.
-Este motel -miré a mi alrededor- ¿no es acaso este motel el mismo donde me trajiste en nuestra luna de miel?- el mismo donde me prometió el cielo y aquí me tiene tirándome al vacío-que asco- escupí, mis lágrimas empezaron a salir, sujeté su mano la saqué con fuerza de mi piel, tomé dinero de mi bolso, se lo tiré- Tomá aquí unos 50 reales y págale a la dama -di media vuelta y me fui. Escuchaba sus gritos mientras me llamaba pero no volví ya nunca más.
Los dejé ahí, solos como querían estar, solos y ella consolandole.
1-0 para mi intuición.
