Destino

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🔥Alexa 🔥

Me sonroje al ver al castaño caminar hasta mi lado llevando solo calzoncillos, no era exactamente el hecho de estar semidesnudos, no había nada allí que no hubiera visto antes, solo que era raro estar tan íntimamente con él, mi ex novio.

-Buen día Mai, estaba pensando en preparar unos emparedados de mantequilla de maní o ¿mejor unas tostadas con jugo de naranja?-Enseguida me puse nerviosa, él lo notó, entonces para colmo me sujeto de la cintura mientras le explicaba mi menú.

-¿Que tal si pedimos algo de comer?-Su labios tan cerca a mi oreja lograron que me erizara, luego sentí su cálido aliento recorrerme la nuca.-En un segundo vuelvo, necesito hacer una llamada, necesito saber que tal va todo por el pueblo.

En menos de lo previsto se esfumo de la cocina, camino con su tronco al descubierto hasta el balcón y lo vi marcarle unas cinco veces al móvil, pero ella no le tomó las llamadas, recordé que no hablaba con Alex desde la noche en que se marchó.

-¿Que deseas pedir de desayuno Lady?-Bromeó, lo vi como arrastraba su trasero hasta el sofá y se tiraba con su móvil en la mano.

-No deseo molestar, aunque me apetece un Sándwich de pollo y queso. -Sonrei un poco, pero aunque quisiera actuar como su amiga esto se me hacía muy complicado.

-Mala elección, no hay ningún restaurante cerca, solo llega pizza y si aún no has cambiado tanto, recuerdo lo mucho que odias las pizzas-Enfatizó, caminé hasta su lado y le largue mi mano.

-¡Dame el móvil!-Su sorpresa me causo gracia, parecía no entender que pasaba.

-No confió en tus estrategias, pero te seguro que estoy limpio-Sus comisuras formaron una amplia sonrisa.

-No seas tonto Jens dame el móvil-Le volví a largar mi mano con más insistencia.

-Se lo loca que puedes llegar a ser Cleark-Me señalo con el dedo, pero al final termino poniendo el móvil en mi pequeña mano, comparada a la suya.

Di unos pasos hasta la cocina, nuevamente, saque unos cuantos sartenes del alacena, también coloque unos cuantos huevos, pan y queso sobre la barra de la cocina, acompañados de los vegetales que buscaba con prisa...

-¿Piensas cocinar?-Me miro expectante desde su lugar de reposo, le devolví la mirada.

-¡¿Crees que no puedo preparar unos buenos sándwich para el desayuno?!-Enarque una ceja, él se echo a reír, esto causo que mi paciencia colapsará.

-No digo que no puedas, solo que es raro verte allí, después de tu drama de joyas y vestidos de cientos de dólares-Se puso de pie, estaba a punto de dejarme allí, pero no se lo iba a permitir, yo seria quien tendría la última palabra.

Lo seguí hasta la entrada de el Ala principal, le tome del brazo con brusquedad.

-Es una pena que no pudieras apreciar más que mis nuevas joyas y vestidos-Suspire, intentando mantener mi postura, estaba cabreada.

-Pero si es lo único que has enseñado desde el momento que llegaste-Enfatizó, rodé los ojos al ver lo patético que sonaba.

-No me dejaste mucho que enseñar, porque al primer momento que no aparecí ya estabas buscando mi remplazo -Escupí, echa furia me di la vuelta, dispuesta a guardar todo aquello que anteriormente había sacado.

Sentí como sus largos dedos atrapan mi diminutivo brazo, me dio la vuelta sin soltarme de este, podía sentí sus dedos presionando con fuerza.

-Cuando vas a entender que no te cambie, jamas lo hice, ni lo haré -Su vena que enmarcaba su frente amenazaba con salirse de su sitio, estaba sofocado, un rojo intenso recorría parte de su rostro y sus nudillos casi de un color blanco.

Nuestro PactoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora